Políticas

7/8/2018

El acto K en Córdoba, al servicio del capital y de Schiaretti-De la Sota

Sobre la actividad de Unidad Ciudadana

El sábado pasado en el club Hindú ante unas dos mil personas, se realizó el acto del kirchnerismo en la ciudad de Córdoba. Según se informó, es el tercer acto que se realiza en las provincias, como parte de una serie de iniciativas que continuarán en La Rioja y Misiones. Estuvieron presentes Oscar Parrilli, ex titular de la AFI (Side), Martín Sabatella y Leopoldo Moreau, como así también todos los dirigentes del kirchnerismo local: Carmen Nebreda, Gabriela Estevez, Martín Fresneda, Pablo Carro y Franco Saillen. 


El acto no tuvo como objeto enfrentar la grave crisis por la que atraviesa el pueblo trabajador, en momentos en que se agrava la crisis social con el pacto con el FMI. Mucho menos se discutió la necesidad de un plan de lucha frente al ajuste y la represión que viene desarrollando Macri y los gobernadores, incluidos los del PJ y el propio kirchnerismo. Por el contrario, la actividad tuvo como objetivo establecer tempranamente la preparación de las elecciones 2019. Para ello se estableció como consigna central “conformar un gran frente político para enfrentar a Mauricio Macri y sus políticas neoliberales".


La preparación, el desarrollo y las conclusiones del acto dan cuenta de un programa al servicio del capital en crisis, para posicionarse como relevo político ante el derrumbe del macrismo. El acto fue enfocado en todo sentido como un planteo hacia los capitalistas, exponiendo que el kirchnerismo, como parte del PJ, es garante de sus intereses. 


Un llamado a los ajustadores


El desarrollo político del acto no tiene desperdicio. En primer lugar, se ratificó una larga campaña, desarrollada desde hace meses, de alianza con el PJ del gobernador Juan Schiaretti y el ex gobernador José Manuel De la Sota. Carro, Fresneda y Estevez hace tiempo vienen planteando marchar a una alianza con el peronismo. El propio Fresneda ha expresado que se está reuniendo con “altos dirigentes del peronismo”, y también De la Sota se juntó con Verónica Magario (intendenta de La Matanza) y Máximo Kirchner. Como en Córdoba las elecciones a gobernador no tienen Paso y se adelantarían para los primeros meses del año, en realidad lo que proponen es la subordinación al gobierno de Schiaretti. 


En esa táctica, los “ciudadanos” pretenden hacernos olvidar que Schiaretti ha acompañado todo el ajuste de Macri -incluso apoyó inicialmente el pacto con el FMI y ahora declaró que quiere discutir el ajuste fiscal de $300.000 millones, pero con “equidad”, en una clara intención de que se ajuste más a los trabajadores del gran Buenos Aires. También omiten que el PJ tiene se propio plan de ajuste, como se ve alrededor del objetivo de privatizar Epec para establecer un tarifazo permanente en la provincia. Y lo peor, que se trata de un gobierno antiobrero que impuso con la burocracia sindical los despidos en la UTA, persiguió a los activistas de UOM y Smata a favor de la multinacionales, impone el gatillo fácil en las barriadas proletarias, mandó un represión salvaje con topadoras incluidas, en contra los compañeros que ocupaban tierras en Juárez Celman y ahora provoca y ataca en forma sistemática a los trabajadores de Luz y Fuerza.       


Pero la alianza que imploran a la dupla derechista De la Sota-Schiaretti, no parte de una diferencia programática, sino más bien de una coincidencia. Cuando Fresneda afirma que hay que discutir un “programa” con el PJ, es evidente que va en ese sentido ¿Qué programa se puede discutir con el representante de las grandes automotrices y el capital sojero que domina en la provincia? Frente a la crisis, el kirchnerismo no plantea una salida estratégica para los trabajadores ligada al no pago de la deuda usuraria, al aumento de salarios y jubilaciones, a la nacionalización de la banca y del comercio exterior, a la nacionalización de los recursos energéticos. Por el contrario, insinúa reclamos mínimos, como la emergencia tarifaria, para atenuar, o mejor dicho viabilizar el impacto del ajuste capitalista. En todo el desarrollo del acto, tampoco se pronunció el sujeto que debe llevar adelante el programa de salida a la crisis. La omisión de señalar a los trabajadores, encubre en realidad su programa al servicio de los capitalistas y el plan de guerra que estos desarrollan contra los trabajadores.



De espalda a las luchas


En ese sentido, se debe entender la ausencia política en el acto del kirchnerismo de las luchas que recorren las provincias, en especial la de Luz y Fuerza contra la reforma laboral y la privatización de Epec. Pero ello no sorprende a nadie, el programa capitalista y la subordinación al PJ que vienen desarrollando, tiene como elemento esencial el aislamiento de las luchas, para preparar su derrota. La cosa quedo más que manifiesta en las últimas horas en la Facultad de Artes; en una asamblea interclaustros de unas 500 personas, el activismo y la izquierda impulsaron un plan de lucha a favor de la huelga docente, en contra de la burocracia K de Adiuc, de La Bisagra y de las autoridades de la facultad.


Consciente de la situación social que se desarrolla en el país, el acto también fue un monumento a la hipocresía y el cinismo. Un punto cúlmine de ello sucedió con la “denuncia” al macrismo por querer “transformar las fuerzas armadas en una policía interna”, cuando bajo todo el gobierno kirchnerista se preparó por todos los costados la reintroducción de las FFAA para la represión interna, como lo demuestra los operativos “Fortín”, “Escudo Norte” y “Fortín II”; la Ley Antiterrorista; y la designación del genocida César Milani al frente del Ejército, entre otras medidas. El otro punto, fue el llamado de la diputada Estévez a defender el derecho al aborto legal, afirmando que el 8 de agosto “nos encontrará en la calle". Durante los 12 años en la presidencia y con mayoría en ambas cámaras, el kirchnerismo negó sistemáticamente este y todos los derechos de la mujer. 


Derrotar el ajuste


La salida a la crisis capitalista, no pasa por recalentar el viejo plato del peronismo y el kirchnerismo. La salida pasa por otro lado. Como defiende el Partido Obrero en el Frente de Izquierda, hay que derrotar el ajuste y la represión de Macri-Schiaretti-FMI, para ello es necesario un plan de lucha que arranque con un paro activo de 36 horas y un congreso de delegados de base de todo el movimiento obrero. Por un gobierno de trabajadores, reforcemos la alternativa política que representa la izquierda revolucionaria.