Políticas

2/6/2021

El “altruismo” del represor Berni o soldado que huye sirve para otra guerra

Anunció que se va a “trabajar por un tiempo” como médico en el Hospital de Santa Cruz.

Horas después del choque con Sabina Frederic, la ministra de Seguridad de Alberto Fernández, a quien acusó de “mentirle al presidente”, Sergio Berni anunció que se va a ir a trabajar por un tiempo como médico a un hospital de Santa Cruz. El carapintada, que pidiera sin mucha convicción una cuarentena más larga que los “9 días” de Alberto, busca irónicamente cobijo en la provincia de Alicia Kirchner, una negacionista K que, como el neoliberal Larreta, levantó las “restricciones” en plena pandemia y segunda ola.

Pero el ministro “estrella” de Kicillof no se va de apuro a Santa Cruz por altruismo sino para meter presión a propios y extraños. La escalada contra Frederic es una respuesta de fuerza del ministro cuartelero al envío de 11 mil efectivos para posicionar al gobierno nacional en la provincia de Buenos Aires. Sergio Berni le enrostró a Sabina Frederic “repartir gendarmes como caramelos”, en lo que es una guerra abierta de las fuerzas represivas por el control territorial de la provincia donde se libra la “madre de las batallas”, de cara a las legislativas.

Sergio Berni hace campaña por la baja de la edad de imputabilidad para los menores y elogia a “gatillo fácil” Chocobar. El jefe de la “maldita policía” de la provincia de Buenos Aires habla como Patricia Bullrich y es aplaudido por Juntos por el Cambio por ser el “más macrista” de los ministros de Kicillof. Con la segunda ola a pico, “Sergio Bullrich”, responsable de la desaparición de Facundo Astudillo Castro y brutal represor de Guernica, vio la oportunidad para sacar a la Bonaerense a la calle y militarizar los barrios con el aval oficial. La decisión del dúo Alberto Fernández-Frederic de mandar a los gendarmes al territorio bonaerense, le pinchó el globo a Berni y se coló en la interna electoral del peronismo.

El “viaje solidario” es una fantochada. Se conocieron nuevos datos sobre las condiciones brutales de hacinamiento en las cárceles de la provincia y la falta de obras hechas por Kicillof desde su asunción como gobernador. La muerte reciente de un preso por coronavirus retrata el ajuste en una provincia de Buenos Aires agobiada por la explosividad exponencial de los contagios. El hacinamiento degrada a los detenidos y los coloca a merced de la policía como mano de obra propia.

El kirchnerismo, y las burocracias sindicales de las CTA´s , que bancan a Berni como un “soldado de Cristina” disimulan y ocultan que el jefe de la Bonaerense actuó como espía del gobierno de Néstor infiltrándose como “voluntario médico y de salud” entre los mineros de Río Turbio, que llevaron adelante una gran huelga en 1994. Lo que callan los Yasky y los Isasi lo recuerdan bien los huelguistas que echaron a patadas al buchón, que Kicillof entronizó en el 2019 como ministro de “Seguridad” bonaerense, como antes lo hiciera Cristina en el gabinete nacional cuando fue presidenta.

Como sucede con los curas pedófilos, a los que la Iglesia saca temporariamente de escena para protegerlos, Cristina manda a Berni a Santa Cruz (por tiempo limitado) para bajar tensiones en la conflictiva “grieta” abierta en el Frente de Todos, cuando las encuestas son esquivas al oficialismo. Con los reclamos obreros por vacunas, salario y trabajo, la lucha por el “Fuera Berni” está más vigente que nunca. La Bonaerense de Sergio Berni, en la que se apoya Kicillof, es una asociación ilícita y cabeza del delito organizado.

Denunciemos y ganemos la calles contra la doctrina Chocobar -convalidada por la Justicia- y contra la baja de la edad de imputabilidad en una provincia donde el 73% de los menores de 14 años son pobres y casi un 20% indigentes. Frente al kirchnerismo que sponsorea a Berni y la derecha de Juntos por el Cambio que lo aplaude, sólo el Frente de Izquierda levanta la bandera de desmantelamiento del aparato represivo, y qué se vayan Berni y la maldita policía.

No a la represión y judicialización de las luchas obreras y populares. Fortalezcamos la intervención de los luchadores convocando a un Congreso del Frente de Izquierda Unidad para enfrentar al peronismo ajustador y represivo. ¡Fuera Berni!.