Políticas

20/8/2009|1096

El asesinato del Negrito Avellaneda

El 15 de abril de 1976, fuerzas del Ejército arribaron a Munro y allanaron la casa de Floreal Avellaneda, militante de la Federación Juvenil Comunista, en búsqueda de su padre, quien militaba en el PC y era delegado gremial en la fábrica textil de zona norte en la que trabajaba. Como no se encontraba en la casa, los genocidas se llevaron al Negrito y a su madre, Iris Etelvina Pereyra. Madre e hijo fueron llevados a la comisaría de Villa Martelli y luego al centro clandestino de detención “El Campito”, una guarnición militar dentro de Campo de Mayo.
La madre, luego de ser vejada con aplicación de picana y simulacros de fusilamiento, fue llevada luego a la cárcel de Olmos y puesta a disposición de Poder Ejecutivo, la máxima suerte que podía correr un detenido-desaparecido durante la dictadura.

El cuerpo de Floreal apareció 29 días después del secuestro con signos de torturas y empalamiento, atado de pies y manos, en la costa uruguaya de Montevideo. Ese día cumplía 16 años de edad.

Vahia (Apel)