Políticas

12/8/2004|863

El boom de la soja comienza a pincharse

Durante el 2003 las exporta­ciones argentinas ascendieron a 29.560 millones de dó­lares, de los cuales 7.480 ingresaron por ventas de grano o subproductos de la soja, o sea el 25,3%. En el primer semestre de este año, se vendió por 4.270 millones de dólares, unos 750 millones más que en igual lapso de 2003 (Clarín, 31/7).


Por ello, la soja se convirtió en la vedette del campo y en un pilar para la recaudación fiscal. Esta situación está empezando a cambiar.


Como todas las ‘commodities’ agrícolas (granos), la soja cotiza su valor internacional en la Bolsa de Chicago, de donde parte su influen­cia a todo el orbe. El elevadísimo va­lor alcanzado al inicio de la cosecha en el hemisferio norte y en las ins­tancias de siembra en nuestras pampas, durante octubre-noviembre de 2003, llevó el precio en las bolsas de cotización locales a 730 pesos/tn, cifra nunca antes alcanzada.


Actualmente esa cotización al cierre de la última semana de julio ha bajado a 480 pesos/tn (162 dólares) en la Bolsa de Rosario y a 455 pesos en Quequén (La Nación, 31/7). Es decir, una caída de alrede­dor del 35%.


Analizando que de las 34 millones de toneladas cosechadas más de 20 millones de toneladas de porotos se venderán a estos nuevos precias, las pérdidas por menores ingresos esta­rán en el orden de los 5.000 millones de pesos, y el Estado, que recauda en concepto de retenciones un 23,59, re­cibirá 1.175 millones de pesos menos.


Peor aún, esta puede no ser la última cifra. Los precios a futuro -por ejemplo, a mayo de 2005- establecen valores de 150 dólares/tn 0 sea 445 pesos; con lo cual, si el estimado de cosecha se mantiene en 3g millones de toneladas y comparad» con las actuales cotizaciones, los ingresos y la recaudación estatal bajaran aún más: 1.000 y 250 millones, de pesos, respectivamente.


El acercamiento a los precias his­tóricos en la cotización de la soja tiene por causa las previsiones de mayores cosechas en la presente campaña, y por ende la recuperación de los stocks y el importante retraimiento en la de­manda, principalmente de los dos más grandes compradores de porotos y sus subproductos: China y la UE.


China había anunciado expecta­tivas de compra cercanas a los 20 millones de toneladas para el 2004 ahora han manifestado que no llega­rán a esa cifra. El Buró político del CC del PCC, en conocimiento del es­tado de rebelión de las masas cam­pesinas, ha revitalizado la política de asistencia al campo, incentivando mayores producciones y mejores in­gresos, sustituyendo importaciones


Lo propio ha ocurrido con la UE que es el otro gran comprador de so­ja, a tal punto que si se convierte en granos lo que compran en subpro­ductos, supera las compras de Chi­na.


El boom de la soja tiende a pin­charse. La próxima campaña 2004/5 será importante en superficie sem­brada, pero los ingresos mermarán en la misma proporción. Las alternativas -maíz, girasol o trigo-soja irán creciendo.