A mi criterio, Schiaretti ha hecho una buena administración”. La frase no fue dicha por un funcionario del gobierno provincial, sino por el asesor estrella de los recientemente anunciados “equipos técnicos” de Luis Juez.

Se trata de Luis Hermida, un hombre de la Fundación Mediterránea, ligado fundamentalmente a los pulpos sojeros. Hermida, en declaraciones posteriores, fue más lejos y señaló que Schiaretti dejaba una provincia en condiciones óptimas para sus sucesores. Juez, lejos de desautorizarlo, celebró la “pluralidad” de sus asesores.

Junto a Hermida, el otro asesor estrella es Jorge Ingaramo, también de la Fundación Mediterránea. Ingaramo fue funcionario del ministerio de Economía bajo Cavallo, pero además fue el candidato a gobernador en 2007 de Primero la Gente, un agrupamiento de derecha ahora ligado a Macri. Ingaramo también es especialista en “temas agrarios”, está ligado a los productores de girasol y a la producción de biodiesel.

Hermida e Ingaramo son fervientes defensores de la eliminación de las retenciones y de la ‘liberalización’ de la economía. El “equipo económico” se completa con Eduardo Bischoff, actual vicepresidente segundo de la Unicameral en representación del juecismo. Bischoff es un hombre de las automotrices, directivo de la UIC durante años en representación de Fiat. Para completarla, el maestro de ceremonias es el candidato a vicegobernador, Marcelino Gatica, actual intendente de Jesús María y hombre de la Sociedad Rural.

Bipartidismo, ¡las pelotas!

Gerardo Morales de la UCR tiró la enésima palada de tierra sobre el candidato local de su partido, Aguad (ya lo habían hecho los intendentes radicales que despegaron las elecciones en sus municipios de la provincial, así como su propio compañero en las internas, Mestre hijo, quien prendió velas para que las elecciones de intendente de la ciudad de Córdoba no fueran el 7 de agosto y luego mandó a Aguad a aprender cómo relacionarse con la gente). Morales dijo que Luis Juez debía ser parte del armado nacional de la oposición.
Enterrado Aguad, la pelea provincial queda entre Juez y De la Sota, es decir que queda entre los forros de las automotrices y los sojeros. Bajo cualquiera de los dos, los trabajadores podrán despedirse de terminar con el trabajo precario, las tercerizaciones y el trabajo en negro. Ya los legisladores del juecismo fueron mostrando esto en sus 8 años de presencia parlamentaria. Bischoff y otros tres legisladores (la mitad del bloque juecista) votaron a favor de la ley de bosques que escribieron entre Schiaretti, la UCR, Cartez y la Sociedad Rural. En ese momento, el sector “progre” del juecismo lo explicó como parte de las contradicciones de un “agrupamiento amplio”, mientras el senador humorista se callaba la boca. Ahora, Juez entronizó a los derechistas. Habrá una dosis de demagogia progresista para dar argumentos a quienes tienen el trabajo sucio de captar el voto por izquierda. Pero como “la economía tiene mucho que ver con la política”, según dijo Juez, un gobierno del Frente Cívico será un gobierno de los pulpos sojeros, el gran capital agrario y las multinacionales automotrices -tal como es ahora.

Los terratenientes cordobeses pueden dormir tranquilos: nadie pretenderá cobrarles los casi 4.000 millones de pesos de debieran pagar como inmobiliario rural si las propiedades agrarias respondieran a la cotización de mercado.

Las patronales automotrices pueden seguir contando con los generosos subsidios del Estado, con la energía gratis y la obra pública a su disposición, así como con la precarización laboral.

Vamos con el Frente de Izquierda

Las masas cordobesas atraviesan una transición política; la juventud enfrentó la ley de educación clerical y empresaria en el último trimestre del año pasado. Es lo que ya aflora en la UTA, en municipales, en la propia administración pública, en los calls centers, en el gremio telefónico. Se expresó contundentemente en las últimas elecciones de delegados de VW.

La pretensión de los capitalistas y sus partidos es presentar a Juez y De la Sota como expresiones populares alternativas. En esta maniobra, se han metido con pitos y cornetas Solanas y sus socios de izquierda, el MST y Libres del Sur.

Y esta maniobra es la que el Frente de Izquierda en Córdoba lucha por romper, para dar oxígeno e impulso a las iniciativas de lucha de los trabajadores y las masas, para fortalecer los agrupamientos antiburocráticos y la pelea por arrebatar los sindicatos a la burocracia cómplice.

Con estos objetivos nos presentamos a elecciones.