Políticas

1/12/1994|433

El cartero llama dos veces

El enfrentamiento que protagonizaron Cavallo y los senadores menemistas por el proyecto de ley de privatización del Correo opone a dos sectores burgueses que son los principales beneficiarios del “plan Cavallo” y del régimen menemista: los grandes pulpos capitalistas nacionales —que se alzaron con una parte sustancial de las privatizaciones y “desregulaciones”— y el imperialismo norteamericano. Con la burguesía nacional en retroceso en todos los frentes productivos (Macri, Terrabussi, Bagley, etc.), el Senado intentó armar una “privatización” del Correo en beneficio directo y exclusivo de uno de los hombres cercanos al “corazón” de la camarilla menemista, Alfredo Yabrán. Yabrán ya ha logrado monopolizar el depósito fiscal de Ezeiza y el aeropuerto, los servicios de clearing bancario y de transporte de caudales, y maneja un tercio de toda la correspondencia que se mueve en el país.


Cavallo-Cheek actuaron en defensa del pulpo norteamericano Federal Express, un monopolio  multinacional: maneja la tercera parte de la correspondencia que se mueve en Estados Unidos y pretende apropiarse del monopolio de la correspondencia en el Mercosur. Cavallo-Cheek desplegaron una hipocresía a toda prueba, pues fustigaron el monopolio privado en el correo, pasando por alto que Cavallo es el mayor formador de monopolios privados de la historia argentina: las compañías telefónicas, las de agua, las de gas, las de energía eléctrica y la de aviación son, todas sin excepción, monopolios privados armados por el propio Cavallo.


Cavallo y Cheek han acusado al Senado de favorecer a los “grupos mafiosos” relacionados con el narcotráfico, pero no tienen ningún prurito con el dinero del narcotráfico … cuando éste ingresa al país por los circuitos “institucionales” de los bancos y grandes grupos financieros internacionales, para dedicarse a la especulación en títulos públicos y acciones, o por Federal Express.


Voceros del Ministerio de Economía dejaron trascender que Yabrán contaría con importantes intereses y relaciones en el valle del Bekáa, en el Líbano, donde se encuentra la “base de operaciones” del Hezbollah. Se trata de dos acusaciones muy graves para un gobierno golpeado por sus vinculaciones con el narcotráfico y su impotencia frente a los atentados contra la embajada sionista y la Amia.


En el enfrentamiento entre Cavallo y el Senado, sin embargo, se ventiló mucho más que el monopolio del negocio postal y aun del monopolio de las vías de entrada de drogas al país. Cavallo quiere evitar un choque con el gobierno de los Estados Unidos que precipite una fuga de capitales. Cavallo está negociando la cuestión del correo y otras concesiones a cambio del mantenimiento del respaldo norteamericano al peso. Por eso llegó a presentar su renuncia. Anotemos que el “Cavallo” Alvarez y Bordón apoyaron, en todo esto, al trío Cavallo-Cheek-Federal Express.


Según la propia expresión de Yabrán, “Cavallo ganó el primer round”; es decir, que la crisis no está cerrada. Aún quedan otros por pelearse y, con ello, la perspectiva de una crisis todavía mayor que la de los últimos meses de Alfonsín.