Políticas

10/1/2007|978

El caso Gerez y los kirchneristas de Patti


La victoria que se atribuyó el gobierno con la aparición con vida de Luis Gerez puede convertirse en un búmeran. No existe el menor indicio sobre los responsables del secuestro y la única política del gobierno es el silencio. El Presidente se recluyó en Santa Cruz y el resto de funcionarios acompañó el mutismo. Luis Gerez fue conminado por el gobierno a convertir lo que iba a ser una conferencia de prensa en un monólogo y un acto político. El jefe de Gabinete llamó a Fernández de Rosa, candidato a intendente de Escobar y jefe de la agrupación Pensar Escobar, en la que milita Gerez, para pedirle “en adelante guardar silencio sobre el caso” (Clarín , 5/1).


 


Con el silencio, el gobierno trata de hacer olvidar las graves imputaciones del discurso de Kirchner en la noche del 30 de diciembre, cuando denunció a los ejecutores de los secuestros de López y Gerez como responsables de un operativo de extorsión para arrancar la impunidad de los genocidas de la dictadura, acusó a las FFAA y de seguridad de obstaculizar la investigación de los hechos y hasta llegó a reconocer la existencia de grupos paramilitares y parapoliciales, responsabilizándolos de delitos comunes (“atroces”) con fines políticos.


 


Minutos después de la aparición de Luis Gerez, preguntábamos si “¿Dará a conocer el gobierno a sus secuestradores y a los ‘extorsionadores’ señalados por Kirchner?” y advertía en el mismo texto: “Kirchner se cuidó muy bien de no dar nombres, ni de ofrecer precisiones. Su denuncia tuvo el mismo carácter encubridor que sus silencios pasados” (Comunicado de prensa, 30/12).


 


No sólo Gerez, no sólo López


 


Desde el secuestro de Jorge Julio López, hace más de cien días, se produjo el supuesto suicidio de Albino Montecucco, ex agente de inteligencia del ejército que apareció ahorcado el mismo día en que debía declarar en Paso de los Libres; la golpiza a Carlos Losada, otro testigo que había declarado en la misma causa, y el secuestro y tortuta durante ¡dos semanas! de Héctor Darío Bustos, militante de derechos humanos de Venado Tuerto.


 


Fruto de esta escalada “varios testigos han desistido de declarar en los juicios futuros por las amenazas sistemáticas”.


 


Lo ocurrido con Gerez revela la masa de información sobre los “grupos de tareas” que tiene el aparato oficial de seguridad y que se oculta al pueblo. Luego de 20 años en los que no hubo juicios a los genocidas por las leyes de punto final y obediencia debida, hubo sólo dos condenas sobre mil causas en curso por violaciones de derechos humanos y corresponden a un suboficial de la Federal y un jefe de la Bonaerense. Luego de ocho años de iniciados los procesos por apropiación de bebés, no ha sido llevado a juicio. “En el expediente de robo sistemático de bebés, la Cámara Federal dispuso el año pasado la liberación de ocho militares, tras seis años de cárcel, por el vencimiento de sus prisiones preventivas. A ese fallo les siguieron y les seguirán otros similares. En muchos otros casos, primero llegó la muerte” (La Nación, 6/8).


 


Los represores están en el gobierno


 


Un miembro del gabinete de Solá (Página/12, 6/1) informa que una parte de los que hoy integran Pensar Escobar, la agrupación en la que milita Gerez, provienen del pattismo. Los dos últimos legisladores provinciales de Patti se acaban de pasar al kirchnerismo. Otra corriente del PJ de Escobar, que hoy se referencia en el gobierno nacional, militó por la candidatura de Patti en la elección del año pasado. ¿Quién es quién? Lo que queda en pie es un proceso de integración del aparato responsable y cómplice de la represión al kirchnerismo, con su plena y total aceptación.