Políticas

5/6/1997|542

El ‘cordobazo’ de Cruz del Eje

La ‘pueblada’ de Cruz del Eje fue sencillamente impresionante. La población laboriosa, castigada por la desocupación y el hambre, llegó a la convicción de que era necesaria una acción que, por boca de sus impulsores, debía ir hasta sus últimas consecuencias. Una asamblea popular el martes 27, con “seiscientas personas a favor” contra “cuatrocientas”, y “pese a que una comisión multisectorial —que dirigía la asamblea— hizo lo imposible por lograr que la gente aceptara un acuerdo firmado con el (enviado de Menem, el) senador peronista José Manuel de la Sota”, decidió “la destitución de esa comisión bajo el (para nada amigable) rótulo de ‘traidores que firman por atrás’”.


Página 12, que relata lo anterior, traduce así “la crisis de representantes que vive la ciudad”: en la asamblea fue “abucheado” el intendente e “insultado” el obispo, y a los delegados se les dijo: “si no nos gusta lo que deciden se van” (1/6). Fue repudiado, además, el ministro de gobierno de Mestre (Aguad), quien concurrió a prometer un plan de 250 viviendas que, como a los anuncios de De la Sota, la asamblea consideró ‘promesas vagas’ y ‘propuestas no satisfactorias en función de los problemas planteados’. Así, los piquetes arrancaron con extraordinaria fuerza en los cinco accesos principales de la ciudad.


“El miércoles cuatro mil personas votaron por unanimidad seguir con el corte … El jueves, pese a que los dirigentes de la nueva multisectorial —con el padre Tito a la cabeza, único sobreviviente de la comisión que había sido destituida el martes— quisieron ‘orientar la asamblea a levantar el corte’, ocho mil personas decidieron seguir” (ídem). En el medio, dos representantes delasotistas torcieron a la multisectorial. Esa madrugada, los piquetes triplicaban en concurrencia a los del martes; en uno solo de ellos llegó a haber más de 1.500 vecinos.


El viernes, sin embargo, se logró el levantamiento, en una asamblea donde, “para evitar sorpresas, la multisectorial no abrió la lista de oradores” (ídem). Para esto,”Sergio ‘Ralo’ Avila (de la Coordinadora de Desocupados), primero debió adoctrinar a sus ‘líderes’ y después convencer a los piqueteros”, quienes “no encontraban razones para levantar las barricadas … temiendo ser nuevamente traicionados” (La Voz del Interior, 31/5). El gobierno no agregó nada a las promesas anteriores, salvo ‘crear comisiones de trabajo’. Sí ejerció, en cambio, una enorme presión sobre la multisectorial, amenazando con la ‘justicia’ y el uso de la‘fuerza’, y haciendo actuar a fondo a la Iglesia. “La gente de Cruz del Eje”, dice por esto Página 12, “sigue sin reconocer a su obispo, sin reconocer a su intendente y desconfiando básicamente de todo y de todos” (ídem).


Los cruzdelejenses hicieron una serie de reclamos precisos como la no privatización de los diques de Cruz del Eje y Pichanas, la estabilidad para docentes y empleados públicos, el aumento de los presupuestos de salud y educación (el hospital zonal está prácticamente paralizado), el traslado de la Fábrica Militar de Río Tercero (en proceso de desmantelamiento) a Serrezuela. Pero no pedían subsidios para los desocupados, sino la declaración de estado de emergencia económico y social, que resulta en exenciones impositivas a las empresas de la zona y a las que se instalen en el futuro. Así, gran parte del programa estaba destinado a la burguesía comercial, industrial y agrícola, y no a los desocupados. Mestre sí accedió a un reclamo: el retome de la construcción del gasoducto Deán Funes-Cruz del Eje, que beneficia particularmente a Benito Roggio, con un precio que, además, se denuncia exorbitante.


El levantamiento no ha solucionado ningún problema. Por eso está convocada una nueva asamblea popular para el 17 de junio. En tanto en Deán Funes se está organizando también una multisectorial, sigue pendiente la situación de Villa del Soto, cuyos pobladores marcharon 50 kilómetros para sumarse al corte de Cruz del Eje. Hay amenazas de cortes en Río Cuarto y han comenzado a organizarse las villas aledañas a las rutas de acceso a la capital provincial.


Mestre dice que no tiene recursos. Falso. Los capitalistas reciben cotidianamente beneficios, los pulpos enquistados en las obras públicas hacen grandes negociados.


Junto al reclamo de subsidio a los desocupados hay que abrir los libros de la provincia, para investigar los fondos que el gobierno maneja discrecionalmente.