Políticas

12/10/2017|1478

El desarrollo antiburocrático y clasista, gran protagonista


La Comisión de reforma laboral fue una muestra concentrada de los profundos procesos de organización y resistencia que recorren al movimiento obrero. En un debate necesariamente acotado por el tiempo y en un espacio que quedó chico para los más de trescientos participantes, se sucedieron casi cuarenta intervenciones.


 


Los petroleros de la Lista Roja de Santa Cruz, que viene de disputar el gremio, denunciaron la amenaza de 1.500 nuevos despidos; los obreros de MAM de Neuquén llamaron a redoblar la solidaridad con la ocupación que mantienen desde hace meses y, en igual sentido, lo hicieron trabajadores de la embotelladora Pepsi de Chubut.


 


Hablaron representantes de los vendedores ambulantes del Ferrocarril Roca que están poniendo en pie su sindicato; la secretaria general de ATE-Azul denunció el vaciamiento de los talleres de Fabricaciones Militares; los vigiladores del sindicato OSTV hablaron de su lucha contra la brutal precarización.


 


Se plantearon mociones de lucha contra la tercerización bancaria o telefónica (agravada por la fusión de Clarín y Cablevisión); una compañera dio un crudo testimonio del abandono que sufren los 300 mil “beneficiarios” de rentas vitalicias; los molineros de Salta (Metan) denunciaron despidos; integrantes de la Comisión Interna de Aluar-Madryn explicaron su reclamo por la incorporación de un plus por zona desfavorable para la Patagonia; los directivos de la Unión Ferroviaria-Oeste denunciaron el decreto oficial para habilitar la venta de los terrenos ferroviarios; los compañeros de La Naranja del Subte llamaron a acompañar sus acciones contra el desafuero a los delegados de la Línea B.


 


Hubo una completa coincidencia en que la reforma laboral que el gobierno impulsa -y que entronca con las reformas jubilatoria y educativa- busca imponer un salto en la precarización ya existente. La derrota de esta ofensiva histórica requiere una lucha de conjunto y la superación de las burocracias sindicales, de la CGT y las CTA, cómplices de las patronales y tributarias de los partidos capitalistas que, de una u otra forma, apoyan el ajuste.


 


Se votó participar masivamente de la movilización del 12 de octubre convocada por el sindicalismo combativo contra la reforma laboral y el pacto Macri-CGT y luchar en cada lugar de trabajo, por conquistar fiscales y el voto masivo al Frente de Izquierda. El voto al FIT refuerza el combate contra la reforma laboral y la lucha estratégica por una nueva dirección del movimiento obrero.