Políticas

1/6/2020

El despedidor Emilio Luque, uno de los mayores fugadores de divisas

El empresario tucumano, que dejó en la calle a 1.200 trabajadores de su cadena de supermercados, está séptimo en la lista de quienes más sacaron dinero en la Argentina durante el macrismo.

En las últimas horas se conoció el listado de los mayores fugadores de divisas del país y, para sorpresa de pocos, en el puesto número siete de los empresarios que más dinero se llevaron de la Argentina durante el gobierno de Macri figura el empresario tucumano Emilio Luque.


A mediados del año pasado, Luque mandó a la quiebra a Supermercados Luque, dejando en la calle a cerca de 1.200 personas. Apelando a un recurso preventivo de crisis y luego a una quiebra fraudulenta, cerró sus operaciones en las tres provincias del noroeste argentina. Para esta liquidación de la cadena, que tenía 20 sucursales, contó con la complicidad del Sindicato de Empleados y Obreros de Comercio (Seoc), que no movió un dedo para impedir los despidos. En contraposición a ello, un grupo de trabajadores llevó adelante una resuelta lucha contra el cierre y los despidos, con acampe frente a los depósitos de mercadería e incluso con tomas de tesorerías para poder cobrar los salarios adeudados, todo boicoteado por la burocracia del Seoc. Finalmente el empresario se salió con la suya: todos los empleados despedidos, algunos indemnizados al 50% y otros todavía en juicio para cobrar lo que les corresponde.


El otro negocio importante que posee el empresario en la provincia es el de los ingenios azucareros. Hace un tiempo ya que es dueño de un ingenio con una capacidad de molienda relativamente baja, pero hace unos años adquirió el más grande de la provincia y uno de los tres más grandes del país, el Ingenio Concepción. La denuncia de la fuga de divisas sale a luz en el mismo momento en que se está iniciando la zafra azucarera de este año, que comienza con una denuncia del sindicato sobre las condiciones de salubridad de la fábrica -dando cuenta en un comunicado de “insuficientes elementos de bioseguridad para los trabajadores; falta de comunicación y estrategia para el traslado del personal a los frentes de cosecha para respetar el distanciamiento social recomendado” (La Gaceta, 27/5). Este tipo de denuncia es moneda corriente en el ingenio a partir de que la familia Luque tomó posesión de él. Y, en general en todos sus ingenios, son moneda corriente el aumento del trabajo precarizado o sin convenio, el deterioro de las condiciones de seguridad con el consiguiente aumento de los accidentes, y los salarios por debajo de las paritarias.


La suma fugada no parece exorbitante para un empresario que maneja millones diariamente: 17 millones de dólares son solo un recuento parcial de lo hecho durante años de negocios en Tucumán y en el NOA. La fuga de divisas no es solo una propiedad del macrismo, como nos quiere presentar el periodista Horacio Verbitsky: es patrimonio de todos los gobiernos y se produjo también durante este año. Empresarios de distinto color político se llevan dinero del país cotidianamente ante la anuencia de los gobiernos de turno.


El Frente de Izquierda, de la mano de Romina del Pla y Nicolás del Caño presentó hace muy poco un proyecto de ley para gravar a las grandes fortunas. ¿No correspondería, con listado en mano, proceder a gravar a estos empresarios en la provincia? Emilio Luque, a la par de fugar dinero al extranjero, cierra empresas despidiendo trabajadores e incumple convenios colectivos de trabajo donde se le da la gana, todo con la complicidad del Seoc y la Federación Obrera Tucumana de la Industria del Azúcar respectivamente.


Por supuesto que para detener la fuga de divisas y terminar con la especulación monetaria es necesaria la apertura de los libros de las empresas, la nacionalización del comercio exterior y de la banca. Terminemos con el saqueo a la clase obrera, repudiemos la deuda externa y con ella a los que fugan el dinero de los argentinos.