Nelson Castro fue despedido de Radio del Plata luego de haber emitido una nota en la que se hablaba de los sobreprecios (del orden de los 150 millones de pesos) en el tendido de redes eléctricas en el sur del país en beneficio de la empresa Electroingeniería.

Electroingeniería es una empresa cordobesa ‘protegida’ por Julio de Vido y Carlos Zanini (secretario Legal y Técnico de la presidencia). Electroingeniería compró a fines del año pasado Radio del Plata.

Nelson Castro fue despedido por denunciar los manejos de Electroingeniería en la radio de Electroingeniería. Fue víctima de una censura capitalista, tendiente a proteger los intereses económicos y las relaciones políticas de los dueños de la radio. ¿No le habría pasado lo mismo si hubiera criticado al grupo Clarín en su programa en el canal Todo Noticias? La libertad de prensa está condicionada por el monopolio capitalista de los medios de comunicación y de la publicidad.

La censura que sufrió Nelson Castro -y que antes sufrieron otros periodistas- es la misma que sufren, de una manera todavía más aguda, los trabajadores que salen a la lucha por cualquier reivindicación. La censura es todavía más profunda si los que se movilizan son trabajadores de prensa o gráficos. Es, también, la misma censura que sufre la izquierda. Es una censura social, de clase.

El monopolio capitalista de los medios de producción es incompatible con la libertad de prensa y con el derecho a la información.