El llamado “Encuentro Nacional por la Soberanía Popular”, fundado en Rosario, dio a conocer un documento sobre la masacre de Cromañón, que reclama “analizar en profundidad, para sacar las conclusiones adecuadas y fijar las líneas de acción para producir todos los cambios legales, técnicos y culturales que impidan nuevas desgracias irreparables”. Es decir, un descarado ‘bla, bla, bla’ para encubrir a Ibarra. Los ‘encuentristas’ han tomado conciencia que Cromañón ha reventado (de nuevo) al falso ‘progresismo’ argentino, lo que amenaza para siempre el proyecto centroizquierdista.

 

El documento plantea “ante todo… (sic) rodear a las familias destrozadas por la muerte de sus seres queridos”, “destacar los múltiples gestos solidarios” y que “a partir de ahora, tenemos el compromiso de no olvidar…”. Todos los lugares comunes que, desde Alfonsín en adelante (“Nunca más”), la centroizquierda ha usado para encubrir su fracaso y hasta sus fechorías.

 

Los ‘encuentristas’ se atajan: “Debemos ser claros y categóricos”, dicen, y hasta se atreven a caracterizar que “esta tragedia sin precedentes tiene dos grandes causas: un Estado ausente, y por lo tanto cómplice, y la codicia voraz de empresarios inmorales”.

 

Pero no hay una palabra sobre el poder político del Gobierno de la Ciudad, la responsabilidad política de Ibarra y su cogobierno con Macri. El “Encuentro de Rosario” simplemente no se anima a enfrentar la gestión capitalista criminal de uno de los referentes del transversalismo del centroizquierda kirchnerista, que venía trabajando para establecer un acuerdo con Binner, Juez, Sabattella y Cía. Por eso el documento apunta a despistar y encubrir la responsabilidad política del Gobierno de la Ciudad.

 

A tal punto llega este operativo que cuando habla de la responsabilidad del “Estado ausente” se refiere a “la aplicación del modelo neoliberal implantado durante la última dictadura militar”.

 

Reclama “que tanto el Estado nacional, como los provinciales y el de nuestra Ciudad Autonóma recuperen su papel de contralor…”, cuando de lo que se trata, primero, es de destruir el Estado cómplice del capital y de sus negocios, y amenaza criminal para los habitantes.

 

Los ‘encuentristas’ proponen “la constitución inmediata de una Comisión Investigadora, en el marco de la Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires…”, fingiendo ignorar que la Legislatura es cómplice de todo lo ocurrido, pues conocía como el propio Ibarra, todas las denuncias acumuladas en materia de espectáculos públicos, inspecciones de trabajo y de normas sanitarias o carencias enormes en la salud. Una eventual “Comisión Investigadora” sólo servirá para cajonear lo que ni siquiera hace falta investigar: la responsabilidad política del gobierno de Ibarra y su alianza con la derecha macrista y duhaldista. Los ‘encuentristas’ no dicen nada de la entrega de la Ciudad a Duhalde y Macri, con el nombramiento de Alvarez y su segundo.

 

Los ‘encuentristas’ debutan como encubridores de un acto criminal del Estado capitalista.