Políticas

12/7/2007|1000

El “estallido del peronismo” y el estallido del MAS

Menem asumió anticipadamente la Presidencia el 9 de julio de 1989, ante la crisis imparable del gobierno radical. El MAS caracterizó entonces que, con el triunfo de Menem, rápidamente llegaría el “estallido del peronismo”. Prensa Obrera impugnó esta caracterización. “La circunstancia de que el peronismo vuelva al gobierno en condiciones de excepcional crisis no significa que deba ser, de entrada, un gobierno de crisis. Todo lo contrario, el gobierno menemista es una tentativa de la burguesía nacional y del imperialismo por superar la crisis del presente régimen político y detener la descomposición del Estado (…) Es una tentativa de reagrupamiento de la clase burguesa, de los explotadores, con la mirada puesta en un ataque a fondo a la resistencia de los trabajadores (…) Los que hacen cálculos ‘optimistas’ ignorando la etapa de confrontaciones que se abre, se equivocan de medio a medio” (PO N° 272, 29 de junio de 1989).


Efectivamente, Menem se fortaleció sobre la base de la derrota de las primeras huelgas obreras que lo enfrentaron (telefónicos, petroleros), para lo cual contó con el inestimable concurso de la burocracia sindical.


El MAS, ciertamente, se equivocó de medio a medio: el peronismo no estalló; el que estalló fue el MAS.