Políticas

1/11/2012|1246

El FAP, los K y la narco-policía

La renuncia del jefe de policía, Hugo Tognolli, por su participación en las bandas narcos, detonó en la provincia una crisis política que todavía no tocó fondo.


El anterior gobierno de Binner, como el actual de Bonfatti, son absolutamente cómplices del acrecentamiento del poder de las bandas de narcos -principalmente en Rosario- y del aumento y la ramificación de los vínculos de éstos con el Estado y con la policía.


El gobierno provincial -por boca del ministro de Seguridad de la provincia, Lamberto- pasó de un “no sabíamos nada de esta situación” -cuando se hicieron públicas las denuncias- a admitir que sabían que Tognolli estaba siendo investigado junto al entonces comisario general Solá -este último por enriquecimiento ilícito. Lo increíble de todo esto es que el FAP, tras deponer a Tognolli, puso en su reemplazo como jefe de la policía a… Solá (¡!). Al mismo tiempo, Lamberto admitió que no tienen ningún tipo de control sobre la policía, que actúa con verdaderas cajas negras vinculadas con diversos negocios.


Nuevamente, salieron a la luz las ya olvidadas denuncias de Norma Castagno -ONG Madres Solidarias-, acerca de la vinculación de Tognolli y demás policías con el narcotráfico. Castagno aportó pruebas clave de ese vínculo y pidió entrevistas, primero con Binner y luego con Bonfatti, que nunca le fueron concedidas.


Con el paso de los días y ante el agravamiento de la crisis, el gobierno desplazó al viceministro de Seguridad, anunció la investigación de un listado de policías que estarían vinculados con el narcotráfico, desplazó a 22 policías de Drogas Peligrosas y al jefe de la división y creó la Secretaría de Delitos Complejos, en la que puso al frente a una ex comisaria y actual militante “socialista”.


Pero los mismos hechos se encargaron de demostrar la absoluta irrelevancia de esta pantomima, que el gobierno calificó de “cambios estructurales” en la policía. El narcotraficante que tenía relación con Tognolli y que motivó su arresto -que está preso desde mayo- ya pidió la excarcelación y el sobreseimiento.


Binner, salpicado por la crisis política, sacó una solicitada “poniéndose a disposición de la Justicia”. Con toda desvergüenza, señaló que desde 2007 han habido grandes avances en la lucha contra la droga en Santa Fe. Reivindica que Tognolli “tenía una foja intachable”, pero no dice que miró para otro lado ante todas las denuncias públicas sobre el accionar de la policía provincial.


El gobierno mete la cola


La crisis Tognolli fue la ocasión para que el kirchnerismo -principalmente su sucursal santafesina- se montara en una ofensiva contra el FAP. La profundidad de la crisis amenaza, sin embargo, con salpicar cada vez más a la Rosada. Sucede que Nilda Garré designó, en marzo de este año, a un tal Serna al frente de Drogas Peligrosas de Rosario. Pero este personaje estuvo preso en 2005, acusado de integrar una banda de traficantes italianos que enviaban cocaína a Europa. Nuevamente, la vista se corre hacia la Gendarmería, pieza clave en el tráfico de drogas en las diferentes fronteras, para que luego sea administrada por las bandas locales. Al mismo tiempo, empezaron a correr las denuncias del visto bueno a las bandas de narcos por parte del poder político de diferentes localidades del interior provincial, donde el Poder Ejecutivo está a cargo de kirchneristas.


El desarrollo de la crisis en tan sólo unos cuantos días, no sólo pone de manifiesto la descomposición policial. Principalmente, salen a la luz los lazos con todos los estamentos del poder político, del Frente Cívico a los K.


Justicia


Los familiares de las víctimas inocentes de las bandas, como las organizaciones populares y de derechos humanos, tenemos que reclamar la investigación hasta las últimas consecuencias de este entramado alojado en el seno del Estado. Bonfatti tiene que rendir cuentas y ser sometido a juicio político por su responsabilidad. Cárcel a Tognlli y a todos los implicados hasta el momento. Exigimos el juicio y castigo a todos los responsables materiales e intelectuales de todos los asesinatos contra el pueblo en estos años. Por el inmediato esclarecimiento de los crímenes de Patón, Mono y Jere, de la Darío Santillán.


Damián Blanco