Políticas

5/7/2021

El FIT-U frente al nacionalismo burgués y las tareas de la clase obrera

Las encuestas recientes indican una disminución del peronismo en la intención de voto popular. Reflejan el rechazo de una parte de los trabajadores al ajuste fondomonetarista del gobierno de Alberto Fernández y Cristina Kirchner y es uno de los principales componentes que emergieron en la actual situación política

El ajuste histórico que sufre y enfrenta hoy la clase obrera argentina es la piedra basal del rumbo de gobierno del FdT, y la causa principal de su retroceso.

Sin embargo, en ocasión del homenaje a Juan Domingo Perón en el 47° aniversario de su muerte, los principales dirigentes del peronismo mantuvieron la orientación política de su gobierno. El presidente Alberto Fernández ratificó la política antiobrera y fondomonetarista. Declaró: “nunca atacamos al capital nacional y desde hace muchos años convivimos con el capital extranjero”. El mismo día, Cristina Kirchner, en un acto con el gobernador de la provincia de Buenos Aires, hizo lo propio: Planteó la necesidad de un acuerdo con la oposición para ver cómo hacemos para pagar la deuda, un tema que está en el centro de las preocupaciones de Axel Kicillof. La repetición en este acto de su latiguillo “hay que ver cómo pagamos esto sin someter al hambre y al escarnio al pueblo argentino”, cuando el 50 % de la población ya es pobre gracias al plan fondomonetarista en desarrollo, solo augura mayores ataques para la clase obrera.

El Conurbano, epicentro del descontento

Todas las encuestas señalan una tendencia nacional descendente del FdT. Las encuestas suelen tener un componente importante de manipulación, pero hay una coincidencia en el registro de un deterioro del peronismo. Incluso Analogías, la consultora a la cual recurre Cristina Kirchner, para quien los problemas centrales de los encuestados son los despidos, la inflación y la caída salarial en un cuadro en el cual la crisis sanitaria los agravará, ubica al FdT con una caída respecto de su votación del 2019 y 20 puntos atrás de su piso más alto de favoritismo, en mayo del año pasado.

Así, en la provincia de Buenos Aires, uno de cada dos elegiría una opción por fuera de la grieta para estas elecciones. Al 47% le gustaría que exista “una opción nueva”, lo que incluye a un amplio sector de los trabajadores.

“No fue magia”

Ese descontento es resultado del ajuste sin fin ejecutado por el peronismo. El Indec informó que el 60% de la población ocupada tuvo un ingreso promedio cercano a $40.000 al finalizar el primer trimestre del año, lo que coloca a la inmensa mayoría de los trabajadores ocupados $25.000 por debajo de la línea de pobreza. A ello, hay que sumar el deterioro del 10 % real de las jubilaciones y el crecimiento exponencial de la desocupación, que a escala nacional fue de un millón de nuevos desocupados entre junio 2020 y junio 2021.

La reacción obrera se abre paso

El otro componente novedoso de la situación actual es el crecimiento masivo de las luchas de los trabajadores. En el caso de los desocupados, son convocados por las organizaciones piqueteras independientes del gobierno, como el Polo Obrero, y por la confluencia de la Unidad Piquetera, que incorporó a sectores que en el pasado reciente votaron o simpatizaron con el FdT. Las multitudinarias movilizaciones piqueteras obligaron al Ministerio de Desarrollo Social a abrir una mesa de discusión con los desocupados, algo muy destacado por los grandes medios patronales. A esta irrupción se le suman conflictos y luchas obreras organizadas por sindicatos, seccionales y cuerpos de delegados del Plenario del Sindicalismo Combativo, o trabajadores antiburocráticos que, en muchos casos, salen a la calle y a la lucha en forma conjunta o con el apoyo de los trabajadores desocupados.

Se trata de un giro en un sector amplio del movimiento obrero, que choca con el gobierno de los Fernández, con las burocracias sindicales y los movimientos sociales cooptados por el ministerio de Desarrollo Social, todos completamente integrados al gobierno del ajuste.

¿Qué está planteado en este escenario para el FIT-U?

La gran responsabilidad actual del FIT-U –en estas elecciones más que en ninguna otra- es conquistar la conciencia de estos trabajadores, ampliar la perspectiva de sus luchas, elevarlas al terreno de la acción política, para que la clase obrera, en ese choque con el FdT y con la oposición patronal derechista, abra su propia salida a la crisis generada por los capitalistas. La clase obrera necesita y está buscando ese canal común, lo que requiere de una intervención unitaria y compacta del FIT-U. Esto es fundamentalmente importante frente al peronismo, que se presenta ante las masas como defensor de los intereses populares.

En este cuadro, el planteo esgrimido por el MST, y también sostenido por el PTS, de recurrir a las Paso en una pelea por las candidaturas del FIT-U, en pos de un voto desencantado sin contorno de clase, no solo es criminal para el desenvolvimiento del Frente de Izquierda; es completamente funcional al FdT.

El Congreso Nacional del FIT-U que proponemos, de cara a este movimiento obrero que ha salido a la lucha y que comienza a chocar con el gobierno peronista, tiene la gran tarea de poner en pie esta alternativa y salir a una enorme campaña política para ganar la conciencia de la clase obrera y convertirse en un instrumento útil para la intervención política independiente de los trabajadores.