Políticas

21/3/2002|746

El FMI le exige a Duhalde un golpe de estado

Que gobierne por decreto y eventualmente disuelva el Congreso y las Legislaturas

Está claro para cualquiera que las exigencias brutales del FMI sólo pueden ser impuestas por un régimen de gobierno por decreto.


El FMI quiere que no se juzgue a la Corte Suprema.


Que no se juzgue a los banqueros.


Que se consume el vaciamiento y la privatización del PAMI y el Anses.


Que se ejecute un nuevo y brutal ajuste sobre las provincias.


Que se deroguen todas las leyes que afecten estos propósitos.


Quiere un dólar a cuatro pesos.


El FMI dice con toda claridad que el problema de la Argentina es la falta de decisión política…, es decir que es necesario un régimen de fuerza que consume esta inmensa ofensiva antipopular.


Dos economistas norteamericanos de “primera línea” han planteado que solamente si el gobierno, en Argentina, pasa a manos de autoridades internacionales, sería posible encarar la salida del FMI.


El FMI está declarando que el régimen político actual es débil para imponer sus pretensiones. Quiere un “régimen fuerte”, o sea un régimen de gobierno por decreto a través del estado de sitio e incluso de la disolución del Congreso y las Legislaturas.


En este cuadro se entienden las reuniones de funcionarios del gobierno y parlamentarios con el generalato y el anuncio del General Brizzone de que las Fuerzas Armadas están preparadas para hacer frente a una “situación de emergencia”.


 


Como en el 76 y el 89


En relación directa con este golpe, se está armando conscientemente una hiperinflación, que le dé fuerza de necesidad al golpe de Estado. Es el método que “preparó” el golpe militar del 76 y precedió al ascenso de Menem en el 89.


Duhalde se ha ido adaptando a todas y cada una de las exigencias del FMI. Es, por lo tanto, el primer candidato a encabezar el golpe con un gobierno de “unión nacional” que seguirá “prometiendo” las elecciones a fines del 2003, pero fundamentalmente para quebrar la rebelión popular a través de la represión.


Un gobierno con estado de sitio se lanzará a reprimir y encarcelar a toda la dirigencia luchadora. Es lo que pasa sistemáticamente en Salta, donde la Gendarmería ha adquirido un protagonismo excepcional. Es lo que Duhalde ha dejado entrever con el planteo de declarar en suspenso a los partidos hasta que revaliden las fichas de afiliación.


 


Fuera el FMI


El FMI lo ha dicho con todas las letras: el pueblo argentino debe adaptarse al nuevo nivel de pobreza, por una década o más. Más que nunca es necesario oponer al golpe de estado la alternativa política de que se vayan todos y que una Asamblea Constituyente en la nación, las provincias y los municipios, asuma el poder.


Este es el cuadro de situación política para el movimiento piquetero, las Asambleas Populares, la clase obrera y los trabajadores todos. Este cuadro de situación exige un plan de acción a la medida de los enemigos de la clase obrera y el pueblo:


  • Expulsar al FMI
  • Desconocer la deuda externa
  • Nacionalizar la banca, sin indemnización
  • Fuera la Corte Suprema
  • Juicio y castigo a los que robaron el país
  • Abajo el golpe del FMI
  • QUE SE VAYAN TODOS
  • ASAMBLEA CONSTITUYENTE
  • Huelga general


 


14.2.02