Políticas

11/3/1999|618

El Frepaso abandona todo ropaje progresista

A través de un decretazo de Menem y de la sanción de un proyecto enviado a la Legislatura por De la Rúa, se han reimpuesto los viejos y represivos edictos policiales, cuya esencia consiste en que la policía detenga, juzgue y sancione. Una rémora medieval que permite activar la represión aun cuando no haya delito y hacerlo sin intervención judicial.


El Frepaso se quebró por completo. “La opinión pública nos es desfavorable”, repetían monótona y mentirosamente los legisladores ‘progres’ para justificar su capitulación. Así se vio votar a Liliana Cherjanovsky, esposa del Chacho Alvarez y titular de un ‘foro’ de defensa “de los derechos de la mujer”, y a Delia Bisutti, ex secretaria general del gremio docente capitalino (UTE), en favor del proyecto reaccionario. Los ‘socialistas’ de la Unidad Socialista se… ¡abstuvieron! Eduardo Jozami y Dora Barrancos, entre otros, votaron en contra. El primero afirmó que “así se está haciendo menemismo sin Menem”, cosa que aunque Jozami no lo admita, es la esencia de toda la política de la Alianza.


El alfonsinista Lázara observó que en realidad “el jefe de Gobierno de la Ciudad (De la Rúa) declara su adhesión al decreto porque, en el proyecto que él mismo había enviado a la Legislatura para modificar el Código de Convivencia Urbana, incluía el ‘merodeo’, que es la figura más peligrosa de este decreto porque no está en el Código Penal y permite detener arbitrariamente…” (Página 12, 6/3).


Aparte de reprimir a la prostitución callejera, las reformas elevan la pena máxima de arresto de 10 a 30 días, por lo que “la modificación del código es más punitiva en cuanto a la forma legal que el decreto presidencial” (ídem, 5/3). Entre las causales que pueden ser arbitrariamente reprimidas figura la portación de armas, considerando éstas no sólo las de fuego, como era hasta ahora, sino que puede ser caratulado como tal cualquier elemento contundente (por ejemplo los palos de las banderas que se llevan en las manifestaciones). Se puede reprimir por usar elementos de piroctenia en manifestaciones o por obstrucción (una manifestación ante un organismo público).


¡Esto último después de lo que acaba de suceder con Ede-sur!


La Alianza y el menemismo afilan sus armas para enfrentar al combativo pueblo de la Capital que, en los recientes cortes de luz, sembró la ciudad de furiosas barricadas.