Acevedo ha defraudado las expectativas, al haber insistido nuevamente en la modalidad de un aumento miserable y “en negro”.

 

Ha tenido que salir de apuro a plantear un adicional de 200 pesos, para tratar de controlar la rebelión que estaba comenzando por el municipio de Caleta Olivia, pero que amenaza con extenderse a toda la provincia. La improvisación del anuncio queda de manifiesto en su carácter retroactivo al 1 de abril. Ha salido a apagar un incendio antes que se extienda.

 

El tono defensivo del mensaje muestra la impotencia del gobierno para defender los derechos del pueblo santacruceño ante las multinacionales, que se llevan nuestras riquezas naturales.

 

Especialmente, el argumento de que no se puede dar aumento al básico, porque a Santa Cruz, no le están pagando las regalías al precio que corresponde sino que nos están “comiendo” por lo menos una tercera parte de su valor, merece una reflexión: cuando el gobierno decidió cobrar retenciones a la exportación de petróleo, al mismo tiempo le puso “techo” al precio de cálculo de las regalías de las provincias en 28,5 dólares. Vale decir que el gobierno nacional y las petroleras acordaron quitarles a las provincias productoras una parte de sus ingresos, para mantener las superganancias de las petroleras. Pasando en limpio, el gobernador ha confirmado que no nos podrían dar aumento porque hay que preservar las superganancias de Repsol, Vintage, Panamerican, etc.