Políticas

5/6/2017

El Fútbol para Todos, en la versión del macrismo


El oficialista diario La Nación adelanta hoy que, por un “pedido del gobierno nacional” a las empresas que van a manejar el negocio del fútbol (Fox-Turner, Torneos, Cablevisión, DirecTV y Telecentro) y para no aumentar aún más el “malestar social” existente, el tarifazo en las transmisiones sería postergado hasta el 20 de noviembre próximo, es decir, inmediatamente después de las elecciones (“con la campaña en marcha, mejor no hacer enojar (más) a los potenciales votantes”, reflexionan en el gobierno, según dice el matutino). 


 


Esto, pese a que las empresas se harán cargo de la actividad apenas comience el próximo campeonato, en el mes de agosto, y están autorizadas a cobrar desde ese momento el abono previsto de $300 mensuales a todos aquellos que quieran seguir viendo los partidos de fútbol en sus televisores. Pero hacer favores al gobierno, siempre aceita los negocios.


 


Sin ocultar para nada el objetivo oficial, La Nación destaca que el macrismo busca que la medida tenga “un impacto electoral”. Obviando, claro, la promesa de Macri durante la campaña de que la gratuidad en las trasmisiones iba a llegar hasta el 2019.


 


De todas maneras, lejos están los monopolios que van a seguir expoliando a los televidentes futboleros de tener una actitud filantrópica. Según estiman fuentes de las empresas citadas por el diario, en una primera etapa, esperan llegar a los 2 mill0nes de suscriptores, es decir que los ingresos alcanzarán a los $600 millones mensuales, que podrían duplicarse con el correr de los meses.


 


Esto supone que, aun si no se sumaran ni un solo abonado más a esos 2 millones iniciales, los ingresos de las empresas, a lo largo de los cinco años del primer contrato –se puede prorrogar por otro período cinco años- superarían holgadamente los $35 mil millones ($70 mil millones en los 10 años), obviamente actualizados. A la AFA le pagarían menos de la mitad.


 


Es decir que, solo por el tarifazo futbolero (que se sumará al abono actual del cable), las empresas embolsarán un diferencial suculento que les permitirá postergar el inicio del cobro hasta noviembre y que “gentilmente, les regalarán a Macri y a los amantes del fútbol”, como dice, con un dejo de sorna, el propio La Nación”.


 


Pero, como no dan puntada sin hilo, las empresas que manejarán el negocio solo le concederán la prórroga en el pago a quienes se suscriban por anticipado al abono. Es decir que la “gratuidad” de los primeros tres meses –y, por lo tanto, la posibilidad de acceder a la televisación de los partidos entre agosto y noviembre-, sólo alcanzaría a aquellos que contraten (por una determinada cantidad de meses) el abono posterior de 300 pesos.


 


Así, la “gratuidad” será, para las empresas, una acción de marketing –similar a la que utilizan esas mismas empresas para captar nuevos clientes- que les permitirá sumar abonados futboleros con mayor rapidez.


 


El macrismo, “crítico” de las maniobras de los K con el Fútbol para Todos, por la utilización política que realizaba el gobierno anterior con las transmisiones, muestra que no hay ninguna diferencia cuando se trata de manipular a la población trabajadora. El gobierno busca en las elecciones  una fortaleza política que le permita profundizar el ajuste contra los trabajadores, lo que incluye más tarifazos, en este caso para poder ver por televisión al más popular de los deportes del país.