-¿Qué demostraron en el juicio?

 

-Que la tragedia de Once fue gestada durante años de desidia y corrupción de empresarios y funcionarios, que por acción u omisión permitieron que el servicio de la línea Sarmiento se fuera convirtiendo en una trampa mortal, en la que diariamente miles de usuarios arriesgaban su vida para cumplir con sus obligaciones, trabajar o estudiar. Quedó sobradamente probado que los empresarios utilizaron el servicio concesionado para enriquecerse, y que los funcionarios que debían controlar los bienes, el cumplimiento del contrato y el dinero que entregaban, decidieron mirar para otro lado, demostrando un profundo desprecio por la vida de los usuarios(…) También quedó demostrado que el dinero necesario para el mantenimiento de los trenes fue destinado a otros fines, bajo la mirada de los funcionarios que seguían entregando fondos a sabiendas de que no llegaban a los trenes (…) El juicio puso luz sobre las verdaderas causas por las que murieron 52 personas y quedaron heridas más de 800. Las muertes, en su mayoría, se producen por el “acaballamiento” de los vagones, y éste es el resultado de la reacción de una chapa podrida frente al impacto, es el resultado de la diferencia de altura de los coches, de la incidencia de un parachoques hidráulico devenido en fijo.

 

-¿Cuál fue el eje de las defensas?

 

-La estrategia de las defensas fue responsabilizar al maquinista Marcos Córdoba como el único culpable. Han intentado adjudicarle problemas de alcoholismo, de epilepsia, de tiroides, etc., todo lo cual ha sido descartado por las pericias y los estudios médicos.

 

-¿Cuál fue el comportamiento de las demás querellas?

 

-Hubo cuatro grandes grupos de querellantes: la 1, a cargo del Dr. Gregorio Dalbon; la 2, a cargo del Dr. Javier Moral; la 3, que representa a la mayoría de los familiares de víctimas de la tragedia, a cargo de los doctores Leonardo Menghini y Leila Leiva, y la 4, a cargo de la Dra. Patricia Ansuátegui. Desde el comienzo, las dos primeras tuvieron un comportamiento errático y, en muchas ocasiones, funcional a las defensas. Si bien no teníamos expectativas en el alegato de ambas querellas, algunos familiares recordábamos que, en una entrevista radial, el Dr. Moral había anunciado que su acusación apuntaría a funcionarios y empresarios. Por eso nos sorprendió que acusara sólo al maquinista.

Los familiares sentimos un profundo y verdadero orgullo de los abogados que representan nuestra querella y el impecable alegato que plantearon.

 

-¿Qué opinás sobre las actitudes del gobierno y la Justicia?

 

-Desde el primer momento, el gobierno decidió oponerse a la verdad a como diera lugar.

Deslindó su responsabilidad culpando al maquinista, a los pasajeros, al día, etc. Eligió sostener la mano de los corruptos y abandonar a los familiares de víctimas y heridos, aún cuando la Justicia le ordenó que nos brindara asistencia integral. Intentó callarnos de las maneras más impensadas, nos acusó de “golpistas” y jamás hubo un gesto de humanidad. La Justicia, en quien pusimos nuestra confianza desde el primer momento, no nos ha dado respuestas. Desde la instrucción a cargo del Dr. Bonadío y el fiscal Federico Delgado, la Sala Federal II y hoy, el TOF 2, junto al fiscal Arrigo, han demostrado que cuando hay voluntad se puede investigar, avanzar, enjuiciar y condenar. Ahora, esperamos que el fallo sea el verdadero punto de inflexión que necesitamos para que la sociedad recupere la confianza en la Justicia. Este fallo debe terminar con la sensación de que acá nunca pasa nada.