Políticas

18/4/2013|1264

El gobierno no quiere que voten los jóvenes de dieciséis años

En la cuestión del voto a los dieciséis años, el gobierno está mostrando la hilacha. Ocurre que, para poder votar, los jóvenes deberán obtener el nuevo DNI. Sólo de ese modo quedarán inscriptos en el padrón electoral. Los que no lo hagan quedarán automáticamente excluidos de la elección.


Con esta maniobra, ni siquiera se puede afirmar que el voto a los dieciséis años será opcional, ya que la abrumadora mayoría de los jóvenes ni siquiera están informados de la "opción" de empadronarse. El voto, entonces, quedará circunscripto a los padrones confeccionados por los punteros oficiales.


La negativa a convertir al voto juvenil en universal tiene claras razones. La juventud está siendo fuertemente golpeada por el descalabro económico nacional. Ello incluye a una educación en ruinas, la precarización laboral y la ausencia de todo futuro. En el voto de la juventud, lo que explota es esta realidad cotidiana. Entre los secundarios, las manifestaciones de apoyo a la izquierda con vistas a las elecciones de este año son notables.


En los colegios secundarios, el kirchnerismo ha montado una campaña llamando a empadronarse, intentando encubrir la maniobra electoral que pretenden llevar a cabo. Por supuesto que esta campaña está concentrada en los colegios donde tienen una influencia. Allí donde no pueden hacer pie, cuentan con la colaboración de agrupaciones filokirchneristas que se han plegado a esta campaña de los K. Con la misma línea del gobierno, defienden el voto para "los pibes que estén interesados". Detrás de un discurso basista y democratizante, esconden su kirchnerismo explícito. Incluso acompañan el discurso del gobierno en un punto mucho más grave: se han convertido en los principales críticos de la intervención política de los partidos en los colegios.


La lucha para que el voto desde los 16 sea obligatorio y universal se convierte en una tarea central en la actual etapa política. La UJS tomará este reclamo con la perspectiva de organizar la lucha para que este fraude que pretende montar el gobierno, con la complicidad de la oposición, no se desarrolle. El movimiento estudiantil en su conjunto debe tomar esta lucha en sus manos. Una campaña nacional por el voto universal desde los 16 tirará por la borda el discurso de los K, de sus "compañeros independientes" y de la oposición, ya que pondrá en el centro de la escena que el derrumbe educativo y social debe ser expresado en las urnas.


  • Voto universal y obligatorio desde los 16 años.
  • Libertad de organización y actividad política en todos los colegios secundarios del país.