Políticas

13/4/2020

El gobierno porteño compra barbijos con altos sobreprecios

Mientras da la espalda a los reclamos de los trabajadores de la salud

Mientras paga sobreprecios, el gobierno otorga elementos de protección precarios

En el día de hoy se viralizó entre los profesionales de la salud y la población en general una resolución (115/SSASS/20) con fecha 6 de abril, donde se autoriza a efectuar la compra de 15.000 barbijos de “alta eficiencia tipo 3M” a 45 millones de pesos, lo que da $3.000 por unidad. Esta se hizo a la empresa Green Salud S.A., de la que es propietario el abogado Ignacio Sáenz Valiente, también directivo del grupo Clarín y la empresa Telecom.


Un artículo publicado hoy en el sitio electrónico del diario Perfil afirma que hubo sobreprecios en la compra. Cita un comunicado de 3M, productora de barbijos, en que ésta afirma que un modelo similar al que compró el Gobierno de la Ciudad “cotiza alrededor de los 3,40 dólares, que tomando un cambio de 85 pesos, resultan unos 289 pesos por barbijo”. A la vez, el artículo menciona que en la distribuidora argentina Segufer se ofrecen a 11,05 dólares, o sea 939 pesos, un tercio menos de lo que pagó el gobierno porteño.


Estamos ante un nuevo caso de sobreprecios sobre un insumo de protección tan elemental como los barbijos que los profesionales de la salud tanto reclaman todos los días. Durante las últimas semanas se realizaron asambleas y reuniones en los hospitales pidiendo por los EPP (Equipos de Protección Personal), incluso existen recursos de amparo presentados por profesionales contra el gobierno de la Ciudad para garantizarlos.


El responsable de contratar al proveedor es Daniel Ferrante, el Subsecretario de Planificación Sanitaria, que también es el intermediario en la negociación con los residentes y concurrentes y hace quince días viene de negarle la comida y la licencia a los 1400 concurrentes que trabajan sin ningún tipo de remuneración. A su vez, en el hospital Casa Cuna al personal le dan barbijos caseros hechos con filtro de café, o en otros hospitales como en el Argerich ni siquiera se garantizan los barbijos reglamentarios para atender, por lo tanto el personal no puede trabajar.


A esta situación se suman las máscaras de protección personal que distribuyó el GCBA el jueves pasado en todos los hospitales al personal de enfermería y a los administrativos que simplemente son una lámina de plástico con dos banditas elásticas. Una falta total de responsabilidad de la cual el gobierno es parte.


Estamos ante un nuevo caso de corrupción, similar al efectuado por el Ministerio de Desarrollo Social con la compra de alimentos con sobreprecios de hasta un 100%. Mientras Horacio Rodríguez Larreta y los funcionarios del Ministerio de Salud de CABA presionan a los trabajadores del sector para “cuidar recursos”, el mismo Gobierno es el responsable de malgastar los recursos del Estado y entregar material obsoleto a los que realmente ponen el cuerpo para enfrentar la pandemia.


Ante este tipo de circunstancias cobra relevancia el programa que venimos levantando desde el Partido Obrero y nuestras agrupaciones sindicales. Con la orientación social de la defensa de los trabajadores contra el lucro privado de la salud, para salir de esta crisis, planteamos la centralización del sistema sanitario, la producción estatal de insumos y la reconversión industrial bajo control de trabajadores para ampliar la oferta. Esto acompañado por comités de higiene y seguridad en cada hospital y centro de salud de la CABA.