Políticas

28/1/2015|1348

El gobierno sostiene la renta de los accionistas


Con fondos fiscales, el Estado nacional y las provincias están sosteniendo los márgenes de beneficio de las petroleras.


 


La provincia de Chubut ha bajado el porcentaje de regalías y Nación pagará tres dólares por barril a aquellas empresas que mantengan “los niveles de producción del último trimestre de 2014”, y ha bajado sustancialmente las retenciones a la exportación de crudo (beneficiando principalmente a Pan American Energy y las operadoras de Chubut).


Si bien Julio De Vido ha dicho que pronto se reglamentará el pago adicional de esos tres dólares por barril, es muy probable que, por tratarse de un subsidio, no tributen regalías (como ya ocurrió con el gas), agregando una nueva quita a los ingresos provinciales.


 


Se trata de un subsidio estatal descomunal: más de 560 millones de dólares anuales.


 


A las empresas les costará muy poco sostener los niveles de producción de fines de 2014, ya que prácticamente todas vienen disminuyendo su producción desde hace largo tiempo.


Incluso, en Neuquén, en el área estrella de Galuccio, donde se ha incrementado la producción notablemente (YPF-Chevron en Loma Campana) ha sido a costa de la caída estrepitosa de inversiones y producción en otras áreas que tienen ambas empresas. YPF bajó la producción de petróleo entre noviembre de 2013 y el mismo mes de 2014 en Loma La Lata-Sierra Barrosa un 43% (de 3.164 metros cúbicos diarios a 1.804). Además, en el mismo período, YPF bajó la producción de otras áreas petroleras, como Puesto Hernández. Por su parte, Chevron (la socia de YPF en Loma Campana) bajó su producción en El Trapial un 29% (de 3.065 metros cúbicos diarios a 2.185).


 


 


“No hay que pedir tanto  en la paritaria” (Pereyra)


 


En la medida que la caída del crudo se sostenga en el tiempo, las medidas de sostén de las petroleras a costa del fisco, serán sólo un paliativo.


Por eso, ya se habla de otras medidas: bajar los costos, en especial los laborales.


 


A fines del año pasado, los sindicatos del sector pedían un bono de 50.000 pesos para enero, febrero y marzo de 2015. Terminaron aceptando uno de 24.000 en cuatro cuotas. Guillermo Pereyra, secretario general del poderoso sindicato de Neuquén, Río Negro y La Pampa, ya anticipó que, por la crisis, “no hay que pedir tanto en la próxima paritaria”, que sería en marzo.


Gustavo Smidt, gerente general de la Cámara de Empresas de Operaciones Petroleras Especiales, dijo hace poco que “se deberá revisar el convenio colectivo de trabajo, la cuestión central pasa por cambiar los usos y costumbres” (La Mañana de Neuquén, suplemento Energía y Petróleo, 21/1).


 


Las empresas fueron claras: exigieron a los sindicatos “moderación en los reclamos y trabajar sobre el ausentismo”.


 


Pereyra, ante un panorama de ajuste que no piensa enfrentar, acaba de blindar al sindicato contra la base: ha prorrogado el mandato de los delegados ¡hasta octubre de 2016!


Técnicos afines al gobierno de Neuquén afirman que los costos se deben reducir en unos 20 dólares por barril.


 


La cuestión de los costos de producción por barriles es un mecanismo de extorsión sobre el salario y los derechos laborales de los obreros petroleros, más que un problema de fondo. La producción petrolera nacional, en más de un 85%, proviene aún de los yacimientos convencionales, donde la inversión cae y se produce casi en piloto automático (son yacimientos maduros, con muchos años de extracción y nula exploración).


 


Además, muchas petroleras son, a su vez, refinadoras y venden combustibles, con lo cual la rentabilidad está asegurada.


 


 


Crisis en la Ofephi


 


Se anunció con bombos y platillos una reunión de la Organización Federal de los Estados Productores de Hidrocarburos (Ofephi) para mediados de enero. Pero nunca se concretó por fuertes disidencias entre los gobernadores. Sapag ni siquiera asistió a la reunión donde acordaron el subsidio de tres dólares por barril (dijo que “conviene arriar las velas y esperar a que amaine”). Una actitud contemplativa ante la crisis. Es que el gobernador deposita sus esperanzas en que el precio del crudo vuelva a subir. Algo que parece difícil en la medida que el crecimiento de China se ha detenido y el estancamiento en Europa, Brasil, etc., continúen.