Políticas

15/2/2020

El grupo de Altamira participa del acto a favor del gobierno en Rosario

El faccionalismo contra el FIT-U y el PO encubre una deriva kirchnerista

El miércoles 12 el grupo de Altamira convocó, en Rosario, a la concentración en la Bolsa de Comercio que convocaron sectores políticos, sindicales y piqueteros vinculados al Frente de Todos con consignas contra la deuda y el FMI. Como en todo el país, esta convocatoria estuvo al servicio de apoyar la negociación del gobierno con bonistas privados y con el FMI, e incluso de presentar a esta como una suerte de resistencia nacional.       


El miércoles 12 hubo en todo el país dos posiciones políticas expresadas en la calle frente al problema del FMI. La convocatoria del FIT-U, y otros sectores de izquierda, a la Plaza de Mayo, expresó la posición de rechazo del acuerdo urdido entre los bloques patronales para el pago de la deuda y el sometimiento al FMI. No convocó un público masivo, pero tuvo el mérito de contraponer claramente una política independiente cuando se profundiza la crisis de la deuda argentina. La convocatoria en el congreso de la burocracia sindical y piquetera ligada al Frente de Todos quiso disfrazar la negociación entre Guzmán y Kristalina Georgieva del FMI como un hecho de resistencia nacional contra el FMI. No pasó sin embargo, de una acción de aparato encuadrada por funcionarios del gobierno. Numerosa, pero sin convocar público independiente.


En una gran parte de las ciudades del país se replicaron estas convocatorias. El pequeño grupo que responde a Jorge Altamira no participó de la concentración del FIT-U en la Plaza de Mayo. En su página “Política Obrera” vienen realizando una campaña de falsificación de las posiciones del FIT-U, diciendo que queremos que el Congreso nacional convalide la deuda, o que reservamos el problema a un discurso y no una acción de masas, cuando la posición tajante expresada por el Frente de Izquierda en el Congreso, en los medios, en los lugares de trabajo ha sido el rechazo al pago de la deuda externa y al acuerdo con el FMI. “Planteamos la ruptura con el FMI y el repudio y no pago a la deuda usuraria; la nacionalización de la banca, del sistema energético y de las riquezas y el patrimonio nacional para centralizar los recursos y poner en marcha una transformación integral bajo la conducción política de los trabajadores para dar satisfacción a las apremiantes necesidades sociales.”, dice el comunicado conjunto del FIT-U con el que convocamos a movilizar en Plaza de Mayo y en todo el país. Jorge Altamira, mientras tanto, ha opuesto a la votación en el congreso, la necesidad de un proyecto más preciso en los términos del acuerdo, porque “hay que restablecer cierto orden republicano (…) como el que ha enviado Trump al congreso norteamericano”. Un derrape monumental del que pretende presentarse como reserva de principios revolucionarios.


El grupo de Altamira anunció que concurriría a Plaza de Mayo al acto convocado por el FIT-U y exigió un orador, a las mismas organizaciones cuyas posiciones calumnia y contra quienes, en el caso del Partido Obrero, ha recurrido a la justicia burguesa para voltear nuestra legalidad electoral, violando los más elementales principios de clase. Luego, decidieron montar un acto separado en Buenos Aires. En Rosario sin embargo, la autodenominada “tendencia” llevó la política altamirista de boicot al FIT-U a su conclusión lógica y decidió integrarse al acto kirchnerista.


Quizás a algún lector esto lo sorprenda, o le parezca un hecho aislado. Sin embargo, un lector cuidadoso puede haber advertido hace tiempo que la furiosa verborragia izquierdista del grupo liderado por Jorge Altamira encubre una tendencia sistemática a la capitulación frente a la enorme presión nacionalista que opera sobre el movimiento de masas en el país. Su eje excluyente en la consigna “Fuera Macri”, incluso en provincias gobernadas por el PJ donde Cambiemos ni disputaba, era una manera de adaptarse al giro de la burocracia sindical y gran parte de la izquierda y centroizquierda al operativo “volveremos” del peronismo. Altamira hizo expreso este planteo en el cierre de una campaña en Salta dedicada a atacar al PO, diciendo “una victoria del kirchnerismo traería consecuencias para toda Latinoamérica e incluso internamente en EE.UU., por su repercusión sobre el movimiento popular en Puerto Rico. Sería un retroceso de Trump, Bolsonaro y los gobiernos derechistas”. En estos dos meses Alberto Fernández ha desmentido ampliamente el carácter desestabilizador que su gobierno tendría contra Trump y Bolsonaro, manteniéndose en el Grupo Lima y dando aval a las intentonas golpistas contra Maduro en Venezuela.


El grupo también ha tratado de avanzar sobre la base de maniobras con sectores burocráticos y kirchneristas, tratando de asociar la toma de Kimberly Clark a la burocracia de ATE, integrando el Encuentro de Zona Norte con grupos como Opinión Socialista, que militan en la Verde de ATE y se oponen por derecha al Plenario Sindical Combativo y tratando de desembarcar en Chaco de la mano de Emerenciano Sena, un desprestigiado piquetero devenido en puntero del PJ de Peppo y Capitanich y organizador de un grupo de choque pro-vida.


El flyer de convocatoria del altamirismo al acto kirchnerista no se refiere al acuerdo del gobierno y la oposición para pagar la deuda, que ha sido el eje del Frente de Izquierda. Las consignas generales contra el FMI y la deuda la podría firmar cualquier integrante del Frente de Todos, contento de cubrir por izquierda el apoyo al gobierno de Fernández.


La convocatoria kirchnerista de Rosario, convocada a los piqueteros-funcionarios de la UTEP, y las burocracias de ATE y el gremio de municipales, entre otros, tuvo la particularidad de que logró sumar a AMSAFE Rosario, una directiva opositora a la celeste encabezada por el centroizquierdista Gustavo Teres, pero con una presencia importante de la izquierda en la directiva y el cuerpo de delegados.


En la directiva y el cuerpo de delegados los militantes de Tribuna Docente y el PO, intervinieron por una perspectiva independiente del gobierno y contra marchar subordinados al gobierno que está acordando una nueva hipoteca. Llamaron a participar del acto independiente del Frente de Izquierda, en oposición a la burocracia cómplice de la liquidación que los gobiernos pretenden de la cláusula gatillo, la jubilación y tantos reclamos. Otras corrientes de la izquierda se limitaron a colocarlo en comisión directiva, en una línea de adaptación a la corriente de Teres y el PCR decidida a concurrir a un acto que organizaron desde sus entrañas. Los militantes docentes del altamirismo directamente se ausentaron del debate en la comisión directiva y no abrieron la boca  para fijar posición sobre la presencia de la seccional combativa de Rosario frente al activismo docente. Mucho ruido y pocas nueces


No se trata en este caso de actuar en frente único con direcciones sindicales burocráticas por reivindicaciones obreras, lo cual es lícito siempre que los revolucionarios mantengamos la independencia política y organizativa. Tampoco ha sido un hecho de “organicidad” gremial, ya que cuando el tema se discutió en el gremio de la zona con mayor activismo, decidieron cerrar el pico antes de dar a conocer su posición. Acá los altamiristas concurrieron a un acto donde se felicitó al gobierno que está pactando un ajuste con el FMI cuando lo que correspondía era movilizarse para repudiarlo.


Queda manifiesto que la orientación faccional que llevó a Altamira y su grupo a romper con el Partido Obrero y a atacar al FIT-U tiene como destino la aproximación al nacionalismo burgués y la burocracia sindical. Quien se dedica a intentar socavar el principal reagrupamiento de independencia de clase del país como eje ya está trabajando contra la ruptura de las masas con el peronismo. Ahora, como el posadismo, la izquierda nacional de Abelardo Ramos, la TPR y tantos más, las posiciones de la secta de Altamira los llevan a la confluencia práctica con corrientes pro-patronales. Los compañeros honestos que puedan quedar en sus filas tienen que sacar las conclusiones rápidas de este derrumbe político