Políticas

16/1/2017

El lucro de las petroleras hunde al pueblo neuquino


La política de los gobiernos locales durante décadas, que consiste en subordinar toda la vida provincial al sostenimiento del lucro de las empresas petroleras (con el argumento de favorecer las inversiones y el desarrollo), muestra este año la tremenda dimensión de la catástrofe que ello implica.


El Poder Ejecutivo presentó el presupuesto de este año, sobre la base de variables muy alejadas de la realidad bajo la cual deberá ejecutarse.


Solo para el caso del petróleo, el presupuesto prevé un precio promedio del barril durante el año de U$S 63. El precio real sobre el cual se calcularán las regalías será en realidad de U$S 55 y menos. Es decir, habrá una disminución de ingresos del orden de los U$S 8 por barril, por lo menos.


Como la producción estimada ronda los 39,2 millones de barriles, esa disminución implican U$S 314 millones en menos. Al cambio oficial establecido en el presupuesto, son la friolera de más de 5.600 millones de pesos.


Por eso, el ministro de Energía se esperanza en que la línea entreguista del recurso y de flexibilización laboral y despidos, revierta la situación: "El gobierno neuquino espera pérdidas por 256 millones de pesos con la eliminación del barril criollo. Sin embargo, el ministro de Energía, Alejandro Nicola, mantiene una mirada optimista del sector ya que considera que la suma de acuerdos –adenda laboral, piso para el crudo y extensión del plan gas– traccionarán mayores niveles de producción tanto en petróleo como en gas" (Río Negro, 14/01).


Aunque la exprese en pesos (mentira del ministro o error del artículo periodístico), la pérdida de ingresos ronda los U$S 300 millones de dólares en el petróleo solamente.


La gran vedette del ministro es el supuesto aumento de la producción de gas y el precio sostén de U$S 7,5 el millón de BTU (unidad de medida calórica). Pero ese precio ya existe en el plan Gas Plus, y eso no provocó un salto significativo en la producción gasífera. Pero además, las empresas no pagan regalías sobre la diferencia entre el precio internacional, un tercio del precio sostén de U$S 7,5, porque consideran a esa diferencia como subsidio y no un precio pleno.


Hay que agregar a los salvavidas que espera el ministro, el lobby por la devaluación que ejerce el Ejecutivo provincial junto a sectores exportadores.


Ninguna de las variantes con las que espera "salvar" el año en curso favorecen al salario, la salud o la educación pública. Por el contrario, para todos los estatales ya se habla de techos salariales y subejecución de obra pública, en tanto se anuncia un mayor endeudamiento internacional.


Los trabajadores de la provincia, en medio de una ola de despidos precisamente en el sector que se anuncia se reactivará (el hidrocarburífero y minero), debemos exigir la apertura de un proceso de deliberación en todos los sindicatos para preparar nuestras futuras y cercanas luchas de fondo.


 


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