Como parte de la avanzada integral contra la educación cifrada en el Plan Maestro del macrismo, el mismo prevé el desmantelamiento de la estructura de la educación especial. Disfrazada bajo el argumento de la “educación inclusiva”, tal orientación supone en los hechos un ataque en regla tanto contra los alumnos con discapacidad como contra los profesionales.

 

Existe en esta tentativa una continuidad estratégica de los sucesivos gobiernos, interesados en liquidar la educación especial, más “onerosa” en la medida que requiere una mayor cantidad de docentes en relación al número de alumnos.

 

Un recorrido que va desde la sanción de la Ley Federal menemista, que estableció que la educación especial dejaba de ser una rama diferenciada de la enseñanza y pasaba a ser una modalidad más dentro del sistema de educativo común, hasta la kirchnerista Ley Nacional de Inclusión de 2006, que otorgaba a los padres de alumnos con discapacidad la potestad para decidir en qué establecimiento se debe impartir la educación de sus hijos, mientras el Estado estimula el abandono de las escuelas especiales, vía una propaganda estatal que las descalifica como espacios que segregan y discriminan.

 

Integrar no es incluir

 

La integración de alumnos con discapacidad en la escuela común supone toda una planificación pedagógica y una estructura docente que acompañe y oriente esa tarea. Esta estructura está formada por los equipos de orientación de ambas instituciones (de la escuela especial y la común) y el docente integrador, quien a su vez brinda un apoyo suplementario dentro de la escuela especial a ese alumno o grupo de alumnos si el caso lo amerita.

 

Pero la primera y más importante tarea de esa planificación es decidir que alumnos están capacitados para esa integración, es decir, quienes podrán interactuar con una nueva currícula, puesto que –si bien pueden haber adaptaciones para casos particulares– no se puede caer en una currícula paralela para el alumno en cuestión que convierta a esa integración en una ficción, algo más que negativo para su desarrollo cognitivo. Esto es lo que se quiere borrar en nombre de la igualdad de oportunidades (inclusión); pero la igualdad en educación especial no está en dar a todos lo mismo sino a cada cual lo que necesita.

 

Docentes

 

La política de inclusión masiva que se traza el Plan Maestro tiende a que los docentes de escuelas especiales se conviertan todos en “maestros formados para implementar las políticas de inclusión”.

 

Esta tarea ya no estará regida por el equipo interdisciplinario y su mirada profesional, sino por una política de ajuste brutal sobre el eslabón más débil del sistema educativo. Los docentes especiales ya no pertenecerán a un establecimiento de base, sino que estarán a disposición y, donde no se pueda cubrir la demanda, entrarán a jugar los docentes tipo PPND (personal privado no docente) –que son contratados por los padres a través de obras sociales o prepagas, cobran salarios promedio por debajo de los de un docente estatal, pagan monotributo y no tienen estabilidad, dependiendo del tiempo que duren esos proyectos. O sea, personal precarizado que a la larga irá reemplazando a la docencia.

 

Para ello el Plan prepara “estrategias de capacitación permanente en servicio”, vale decir, capacitaciones que abrirán como en otras áreas del sistema educativo el negocio de los cursos habilitantes con puntaje.

 

La resolución 4418/06 en la provincia de Buenos Aires

 

La educación especial tuvo entre sus objetivos fundacionales la incorporación de las personas con discapacidad al mercado laboral como trabajadores pasibles de ser explotados, motivo por el que se imparte en la misma la adquisición de habilidades laborales para sus alumnos en una secuencia planificada: orientación manual-pretalleres-talleres-Centro de Formación Laboral. Se trataba de que aquellos alumnos que por su problemática no pudieran seguir su formación escolar común, obtuviesen una salida laboral por medio de los oficios aprendidos.

 

Desde hace varios años, se pretende cerrar la etapa de creación de CFLs. Es lo que se manifestó, por ejemplo, con la resolución 4418/11 de la Provincia de Buenos Aires, que habilita a que los alumnos de escuelas especiales reciban aquella formación en sociedades de fomento, clubes de barrio, etc. O sea la política de voluntariado de Vidal, Finocchiaro y Bulrrich.

 

Es claro que al no ser considerado un sector productivo y en medio de una crisis económica mayúscula donde arrecian los cierres de empresas y los despidos, no hay lugar (desde el punto de vista patronal) para los discapacitados. Es aquí donde cobra su real magnitud el intento de aplicar el recorte a las pensiones para las personas discapacitadas beneficiarias de aquellas, aplicando el decreto 432/97. No se las quiere educar, no se las quiere formar laboralmente y encima se les quiere quitar su único sustento, que por demás es totalmente insuficiente. El Estado no tiene una política inclusiva sino excluyente para las personas discapacitadas.

 

Solo una sociedad que oriente la producción con otros fines podrá incluir a todas las personas más allá de sus dificultades físicas y mentales.

 

Los docentes de las escuelas especiales debemos debatir esta política de destrucción de la EE junto a las familias de nuestros alumnos, sacar todas las conclusiones y dar pelea por la educación integral de todos ellos.

 

Abajo el Plan Maestro.

 

Restitución de su carácter de Rama diferenciada de la enseñanza a la Educación Especial.

 

Defensa de la unidad pedagógica de las escuelas especiales; no a las escuelas de múltiple atención.

 

Defensa de la tarea integradora.

 

Potestad de los equipos interdisciplinarios de las escuelas especiales sobre integraciones educativas. Creación de cargos para cubrir las mismas en una proporción no mayor a un docente cada 4 alumnos. Por equipos de orientación escolar propios para esta tarea, respetando los propios de la escuela para los alumnos no integrados. Creación de equipos de orientación en las escuelas donde se integra, allí donde no existan.

 

Intérpretes en Lengua de señas argentinas para la integración de alumnos sordos e hipoacúsicos según la demanda.

Pago de viáticos en tiempo y forma según el costo real del boleto para los docentes integradores y sus apoyos técnicos. Incorporación de la figura PPND a la carrera docente y sus estatutos.

 

Creación de Centros de Formación Laboral en todos los distritos; derogación de la resolución 4418/06.

Derogación del decreto 432/97.