El martes 28 quedará como un día de negro para Pino Solanas y sus seguidores.

Temprano por la mañana concurrió a un desayuno organizado por tres entidades empresarias (Idea, Acde y Crea). Cien empresarios presentes pusieron como uno de los tópicos principales “el derecho a la libre circulación de los ciudadanos en Buenos Aires”. Las respuestas de Macri, Estenssoro y Giudici (Filmus no concurrió) eran previsibles. La de Solanas menos: “Prometo que cuando sea gobierno, por ley, voy a hacer que quienes protesten lo hagan en Plaza de Mayo” -una copia modificada de lo que propone Telerman. Macri, que habló en el último turno, le tomó la palabra: prometió que el bloque del PRO lo votará. Los que se quejan de la falta de “consenso” deben llamarse a silencio.

Solanas tiene antecedentes: se opuso a la lucha de los secundarios el año pasado y no abrió la boca ante la represión del gobierno nacional contra los docentes de Santa Cruz en la puerta del Ministerio de Trabajo. Solanas prefirió quedar a la sombra de Filmus, quien apoyó la represión.

La calamidad de este martes no terminó ahí. Por la tarde, se apareció por el acto de lanzamiento de la fórmula Binner-Morandini; ocurre que comparten la lista en la Ciudad. Los anfitriones aventuraron que sería un anticipo del retiro de Alcira Argumedo de las presidenciales.

Conclusión: fue el martes de la debacle de Solanas y Proyecto Sur.