Políticas

17/11/2011|1203

“El Militante” oportunista

Con el oficialismo, contra el Frente de Izquierda

-Exclusivo de internet

La Corriente “El Militante” se ha convertido en ferviente defensor del gobierno K. De casi nulo peso en la Argentina, se caracteriza internacionalmente (ligada a la V Internacional chavista de Alan Woods) por su oportunismo de apoyar a todo movimiento o partido ‘popular’ mayoritario o en el poder: chavista en Venezuela, de Evo en Bolivia, es kirchnerista en la Argentina. Parafraseando a Trotski, se rinde frente a los hechos consumados.

Su ‘participación’ en el frente K, aunque subalterna, tiene una función central: atacar a la izquierda marxista revolucionaria. Toda la ‘campaña’ de ‘el Militante’ fue contra la izquierda. “¿Es útil votar al Frente de Izquierda?” (7/10) preguntaba. Llamaba a no tener una posición independiente: “No se trata de que se hagan kirchneristas, sino que señalen a la derecha como el enemigo principal y den apoyo crítico a todo aquello que signifique un paso adelante”. Para El Militante oportunista, a la izquierda del gobierno bonapartista no debe haber ninguna oposición de izquierda, como máximo remitirse -apoyando al poder- a señalar “sus limitaciones e insuficiencias”. Entre la derecha y el gobierno K “no hay espacio político para posiciones intermedias” afirman, criticando al centroizquierda. Pero el espantapájaros de la polarización con la derecha es usado, para bloquear el surgimiento de una oposición de izquierda obrera y socialista. Esta caracterización, ni siquiera responde a la realidad: la derecha evidencio su debacle en las primarias del 23/8, no constituían NINGUNA amenaza para la reelección presidencial K. La gran mayoría del gran capital apoyo a la formula K, fue el eje en que se reestructuro la burguesía para afrontar la crisis capitalista mundial y descargar la misma sobre las masas. Por eso la derecha siguió retrocediendo… pero la izquierda avanzó.

Atacar al FIT es el eje central de El Militante oportunista, también al balancear los resultados electorales. Primero falsificando los cómputos electorales, para tratar de señalar que el FIT no tiene desarrollo (“incapaz, en la mejor de las coyunturas imaginables, de conseguir siquiera un caudal de votos suficiente”) señala que “en la Capital le faltaron 20.000 votos y en la provincia de Buenos Aires, unos 50.000” para conseguir diputados. Escamotea el salto producido: en las elecciones de julio en la Capital el FIT obtuvo 18 mil votos, en las primarias de agosto paso a 80 mil y en las de octubre a más de 100 mil, faltando solo 4 mil votos para obtener un diputado. Y en Provincia paso de 220 mil votos el 14/8 a más de 280 el 23/10, un 3,56% de los votantes. De 35 diputados a elegir, los votos por diputado del FIT lo colocan en el lugar 24, pero… el gobierno aplica una legislación proscriptiva para dejarlo afuera: exige que hay que tener más del 3% no de los votantes, sino del padrón entero (incluyendo los que no van a votar). Esto después que el FIT paso el proscriptivo requisito de las internas previas. El Militante oportunista, acompaña la política proscriptiva K, en lugar de sumarse a la campaña política-judicial lanzada por la izquierda para anular este requisito antidemocrático y reconocer al diputado del FIT votado por el pueblo. Es más, se desespera El Militante oportunista porque una masa de los trabajadores que votaron por el kirchnerismo, decidió cortar boleta y apoyar a los candidatos a diputado del FIT: “se apreció un corte de boleta de 150.000 votos de Cristina para los candidatos a diputados del Frente de Izquierda y los Trabajadores… Es decir, cerca del 25% de los votos del FIT para diputados presumiblemente vinieron de votantes de Cristina, lo cual es paradójico ya que los dirigentes del FIT sitúan a Cristina en el campo del enemigo de clase de los explotadores” dice El Militante oportunista (26/10). No entienden que esto es una afirmación de la realidad del papel jugado por el FIT: 150 mil trabajadores de la Capital y la Provincia de Buenos Aires, que arrastrados por la pseudo polarización del gobierno nacionalista burgués contra la derecha han votado al primero para presidente, dan un paso de ruptura votando a los diputados de la izquierda. Indican así la tendencia que pueden recorrer masas trabajadoras ante la adaptación del gobierno K a la derecha para descargar la crisis del capitalismo sobre las espaldas del pueblo (que comenzó a desarrollarse al día siguiente de las elecciones: anuncios de aumentos de tarifas de servicios públicos, topes a los aumentos salariales en el marco de una aguda inflación). En la Provincia de Buenos Aires, El Militante oportunista en cambio, voto al Nuevo Encuentro de Sabbatella y el viejo y decrepito PC stalinista, que apoyo las listas presidenciales e integro las listas de diputados K. Solo presento listas propias para candidaturas locales (las que levanto también allí donde se presentaban derechistas K: municipio de Vicente López, etc.).

El Militante oportunista apoyo en el pasado al Frente del Sur del centroizquierdista Pino Solanas, y antes a la CTA de De Genaro que fue con el socialdemócrata burgués sojero de Binner: dos frentes populares de colaboración de clases. Ahora directamente al gobierno K, a quien llama “a profundizar el modelo nacional y popular”, ocultando el carácter ajustador contra los trabajadores que va a jugar para descargar la crisis capitalista. SIEMPRE una posición contraria a la lucha por la independencia de clase. En este ‘campo’, levanta puntos equívocos como “por un sistema único de salud controlado por los trabajadores y no por burócratas sindicales que lucran con nuestras necesidades”, acompañando las intenciones del gobierno de ‘estatizar’ -para luego privatizar- las obras sociales de los sindicatos: un ataque al movimiento sindical.

El Militante oportunista brega para que el FIT desaparezca: “La artificialidad del FIT se demuestra en el hecho de que ha sido incapaz de emitir un comunicado unificado de balance”… “el FIT no va a durar en el tiempo”. Pero esto sería un paso atrás importante, la perdida de una conquista política para el movimiento de lucha por la independencia política de la clase obrera.

El Militante oportunista brega en cambio por meterse en una Corriente del ala izquierda K y porque la vanguardia obrera, estudiantil y popular se alinee con el gobierno K. Porque se desarmen los 660 mil votos nucleados alrededor del Frente de Izquierda y el peso creciente que este tiene en la lucha política y de clases del país (triunfo en las elecciones universitarias porteñas, movilización triunfante por la libertad del dirigente ferroviario Sobrero; triunfo, derrotando a la burocracia K, en la principal fábrica de la Alimentación del país: Kraft). Defender y Desarrollar el Frente de Izquierda y los Trabajadores es vital para la futura evolución política clasista e independiente de la vanguardia y la masa obrera.