Políticas

12/6/2008|1041

El MST le dice chau al socialismo

‘Capitalismo o barbarie’

Todos sabemos que el MST (al igual que el PTS) plantea retenciones "diferenciadas y coparticipables", que es lo que ha intentado hacer el gobierno mediante las compensaciones y el mentado gasto social en las distintas provincias, punto más, punto menos. Es decir, una salida capitalista a un reclamo capitalista. El planteo supone, además, el subsidio a la patria sojera mediante la subvaluación del peso, que es la contrapartida del mantenimiento de las retenciones. El peso subvaluado significa mayor carestía para los consumidores.

Pero el MST va más lejos, porque dice que "en cientos de asambleas de autoconvocados ya han superado largamente el debate y profundizan temas como la necesidad de poner impuestos a las ganancias" (editorial de Alternativa Socialista, 5/6). Esto es muy cierto, todos hemos escuchado a Biolcati (el emergente vice la Rural), a Llambías, pero especialmente a De Angeli, el planteo de que las retenciones sean reducidas y hasta eliminadas, pues para eso está el impuesto a las ganancias: "mientras más ganemos -dicen-, más tributamos". Grobocopatel tiene, en la misma línea, otra propuesta: reemplazar las retenciones por un impuesto a la renta potencial de la tierra, aunque en realidad éste sustituiría al actual impuesto inmobiliario rural. Unos y otros quieren recibir el precio pleno que rige en el mercado internacional, naturalmente en perjuicio de los consumidores; o sea, de los trabajadores.

En resumen, el MST apuesta al desarrollo del capitalismo. En lugar de ‘socialismo con democracia’, ahora plantea ‘capitalismo sin retenciones’.  El desarrollo sojero es, sin embargo, el desarrollo del capital financiero en el campo, incluidos los pulpos agro-químicos. Para el MST salimos de la miseria y la barbarie con el desarrollo capitalista y sojero.

En oposición a la perspectiva capitalista planteamos la nacionalización del comercio exterior y de los puertos, así como los latifundios y el capital agro-financiero.

Esto no lo "escuchó" el MST en su recorrida por las rutas de los "autoconvocados", que nunca rompieron el frente con la Sociedad Rural ni los fideicomisos agrarios. Una parte de la pequeña burguesía agraria ha arrendado sus campos al capital financiero y tiene invertidos sus ahorros en ellos.  

Néstor Pitrola