Políticas

3/8/2000|675

El MTA y la desregulacion de las obras sociales

El 13 de julio, en la Facultad de Filosofía y Letras, se realizó el foro sobre desregulación de las obras sociales promovido por el MTA.


Dos sanitaristas, los doctores Dalabrio y Rochid, explicaron los alcances del decreto desregulador y la política global de destrucción del sistema de solidaridad social (AFJP, ART, O.S.) que se inició con el gobierno anterior y continuó con el actual. Denunciaron que el decreto se redactó en Economía como prebenda hacia la misión del FMI que se encontraba en el país, y en respuesta a las exigencias del capital financiero internacional. Como no podía ser de otra manera, divagaron sobre la necesidad de reconstruir el ‘movimiento nacional’ y la defensa de la ‘producción nacional’, y aclararon que iban a dar batalla (textual)… y que estaban preparando un reclamo judicial para modificar los alcances de la ley de ART. El cierre correspondió al adjunto de la CGT disidente, José Rodríguez, que aportó varias perlas a la pobreza general: reconoció que fue uno de los que negociaron la ley 24.610 durante la dictadura de Onganía, que (palabras textuales) “tenemos” la única empresa nacional de fabricación de tractores, y que en la obra social de los mecánicos, “su obra social”, los profesionales están de parabienes, le dicen José, si necesitás la plata de nuestros sueldos para otra cosa, usála…


Claro, José se olvidó de contar que firmó un acuerdo con el Banco Mundial para montar un sanatorio modelo en la zona de Mataderos, que en ‘su’ obra social se adeudan más de seis meses de salarios a los médicos, que se cerraron los centros periféricos y se despidieron profesionales y trabajadores… Todo siguiendo las expresas directivas de racionalización del organismo internacional.


La reunión careció de todo contenido político, programático y de organización, denotando las limitaciones insalvables del ‘frente productivo nacional’ (al que adscribe el MTA). Como no podía ser de otra manera, careció de toda propuesta de lucha.