Políticas

15/10/2009|1104

El nuevo viceministro de Agricultura es un fundamentalista de la soja

Hace pocas semanas, el gobierno de Cristina le otorgó el rango de ministerio a la descalificada Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca. El restablecimiento del Ministerio había sido el primer punto de reclamo presentado por la Mesa de Enlace al jefe de Gabinete a fines de julio de este año.

Pero lo jugoso del culebrón es la designación de Lorenzo Basso, actual decano de la Facultad de Agronomía, como viceministro de Agricultura y titular de su Secretaría más importante, la de Agricultura y Ganadería. La figura del vice es sustancial, ya que el ministro, Julián Domínguez, “es un ‘todo terreno’ de la política, pero sin experiencia en la cuestión agropecuaria” (Ieco Clarín, 30/9). “La idea de Domínguez es que lo asesore en temas técnicos vinculados al sector agropecuario, dado que el ex diputado bonaerense no cuenta con los conocimientos suficientes” (lapoliticaonline, 1º/10).

Basso asumió como decano luego de dos mandatos consecutivos de Fernando Villela (ex ministro de Asuntos Agrarios de Scioli), un ultra-privatizador y director del postgrado de Agronegocios, el más caro de la Facultad. La gestión de Lorenzo Basso no fue más que una continuidad de esta política.

La Facultad de Agronomía tiene más de doscientos convenios con distintas empresas a cambio de investigación docente o pasantes precarizados.

Entre ellos se destacan convenios con Monsanto, Pioneer, Los Grobo, Basf. Otro convenio que vale la pena resaltar es con la Aceitera General Deheza, sólo algunos meses después de la masacre de la Universidad de Río Cuarto, donde dicha empresa realizaba investigaciones de manera ilegal, que llevaron a la muerte de docentes y estudiantes por una explosión de tubos de gas hexano. Durante el momento más álgido del conflicto entre la oligarquía y el gobierno, Basso organizó la única charla de la UBA con las cuatro organizaciones de la Mesa de Enlace, posicionándose fuertemente a favor de sus intereses.

El gobierno K no colocó a una persona que esconde sus intereses: Lorenzo Basso es un fundamentalista de la soja. Es así que auspició el acuerdo hecho con Crea y AAPRESID, dos instituciones que representan hasta el final a la patronal agraria para desarrollar un “modelo” de salida a la crisis: en concreto, el modelo sojero. Dice Basso: “El país no va a salir de la crisis produciendo Toyota. Somos un país agrícola y tenemos que asumirlo”.