Políticas

30/7/2009|1093

El operativo financiero oculta el "diálogo"

El gobierno argumenta que es bueno que suba el precio de los bonos porque esto significa la posibilidad de hacer un canje por bonos nuevos que no se ajusten por inflación y que rindan un interés menor, y extender el plazo de los bonos que vencen en un plazo corto.

El gobierno ofrece ahora un nuevo negocio a los acreedores, justo cuando la inflación empieza a ceder bajo la presión de la recesión. Además, para lograr un “canje voluntario” deberá ofrecer un precio por los bonos muy superior al de su cotización actual. Por esta razón es que los bonos suben en forma escandalosa. Un comentarista económico de La Nación dice que la “brecha” entre los valores que pagaría el gobierno y los precios de mercado… generaría “jugosísimas ganancias”. “Los inversores depositan sus esperanzas en el canje de deuda”, tituló el mismo día Buenos Aires Económico (23/7).

Entregada “nac & pop”

Se trata de una operación completamente parasitaria: el Banco Central señala, en un informe oficial, que ese canje serviría para pagar la deuda que vence mediante la contratación de nueva deuda. Realizada esta operación, el Indek, que fija el ajuste por inflación, se ‘normalizaría’ en forma automática. El capitalismo nativo reanudaría su endeudamiento con el exterior mediante autopréstamos, o sea que entraríamos en una etapa como la de los ’90, pero esta vez para financiar el rescate de los capitalistas en crisis o en bancarrota.

La utilización de los fondos de la Anses para esta operación muestra que los K marchan a pie firme en la confiscación de los jubilados.

Con la guita de la Anses no sólo se fondea la nueva renegociación de la deuda sino que se pretende, además, contribuir al capital inicial de un banco que alargue el horizonte del endeudamiento aún más. Por eso, la UIA está enganchada a la posibilidad de un banco que se llamaría “de desarrollo” para ocultar mejor que se trataría de la renovación de una hipoteca financiera. Con los recursos de los jubilados en manos del Estado, la Anses se coloca enteramente al servicio de los negocios capitalistas. Todo esto en manos del gobierno del “desendeudamiento”, que ahora trata de salvarse como pueda. Se confirma lo dicho en el editorial de la semana pasada de Prensa Obrera: “que el ‘diálogo político’ no es más que una operación financiera en beneficio de los que operan con la deuda argentina”.

La caución para la operación de canje será una especie de fideicomiso que prendará la recaudación fiscal al pago de los bonos nuevos.

Pablo Rieznik