El panorama político de Salta
Seguir
Tanto en el frente oficial como en la oposición prima una la dispersión y la disputa entre camarillas.
Urtubey cae en las encuestas. A la derrota electoral, en Octubre pasado, se agregó la derrota frente a la huelga docente. Para reacomodarse, anunció el boleto gratuito para estudiantes y jubilados de todos los niveles y tuvo que hacer concesiones salariales a la docencia, incluso algunas de carácter estructural, como el pago del aguinaldo en relación a la totalidad de los montos percibidos. Canceló el contrato del peaje en la autopista de acceso a la ciudad, agotado por su inviabilidad, ya que la concesionaria había abandonado el mantenimiento de la ruta.
Luego de esta estatización presentada como “progresista”, Urtubey promovió la prórroga del contrato con el Banco Macro hasta 2026 (20 meses antes del vencimiento del contrato actual). Quedó en evidencia que es un un títere de este pulpo financiero.
En el frente oficialista se han acentuado las pugnas entre las camarillas. En primer lugar la facción del intendente de la capital, Miguel Isa, le disputará la gobernación en las primarias. Hay una pelea para colocar al vice de la fórmula de Urtubey, en las elecciones que se adelantan para abril y mayo próximos. Los presidentes de las cámaras de senadores y diputados y un grupo de intendentes han salido a condicionar el apoyo a la reelección de Urtubey, a que éste se comprometa a designar un gabinete de “políticos del palo” en lugar de personajes de la camarilla personal del gobernador.
El intendente Isa lleva sobre sus espaldas la derrota frente al PO en la capital y acaba de sufrir la escisión de su principal candidato en la capital, Gustavo Saenz, que esta formando un partido propio con un ala del grupo del terrateniente Olmedo, y anuncia que va por la intendencia con el ex gobernador Romero.
El romerismo pretende hacer un rejunte de exiliados y opositores y se alinearía con la candidatura de Massa a presidente, aunque deja abierta las puertas para Macri. El moyanista Guaymás, diputado, ha legalizado su propio partido. La indefinición de los bloques y candidaturas a nivel nacional condiciona los reagrupamientos en el oficialismo y la oposición de la provincia. A su vez Urtubey no despega como presidenciable.
Frente a este cuadro de indefinición y atomización de los partidos del régimen, nuestro partido aparece como un polo de referencia, antes que electoral, en cada una de las crisis. Se destacó nuestra intervención política en la gran huelga docente, de la cual fuimos los voceros político-parlamentarios. Ahora hemos dejado marcada fuertemente nuestra oposición a la prórroga del contrato con el Macro contra romeristas y oficialistas. Una solicitada, las intervenciones en las cámaras y la agitación en los lugares de trabajo ayudaron a una fuerte delimitación. Propusimos recuperar una banca pública bajo control de los trabajadores.
En contraste con la pelea de camarillas que distingue al frente político patronal, nuestro partido se refuerza en cada lucha y en cada intervención política. En estas condiciones estamos preparando el Congreso de la izquierda y el movimiento obrero.
