Al calor de la reactivación de la industria petrolera, la ciudad de Neuquén sufre un boom especulativo inmobiliario que terminan pagando los asalariados y los habitantes de las barriadas.

 

Existen en Neuquén, dice Río Negro (31/5), “28 torres de lujo en construcción”, es decir, “con servicios de pileta, gimnasio, solarium y salón de usos múltiples”. Se trata de construcciones del orden de los 1.300 dólares el metro cuadrado.

 

“Neuquén se acerca en torres en construcción a ciudades mucho más pobladas como Mendoza o Córdoba” (Río Negro, 31/5), aunque sólo alberga un 20% de la población de cualquiera de ellas.

 

La modalidad de los countries con mansiones está presente también en localidades vecinas.

 

Este boom inmobiliario ha desatado a su vez un boom especulativo con la tierra, lo cual explica las decenas y decenas de tomas de terrenos de parte de quienes necesitan un techo.

 

El alza de los alquileres ha empujado a muchos trabajadores con empleo a sumarse a las tomas de terrenos.

 

Es imposible ya pagar 300 ó 400 pesos por una pieza con baño afuera.

 

En Rincón de los Sauces, localidad esencialmente petrolera, una covacha puede costar 1.500 pesos por mes de alquiler.

 

Sobre llovido, mojado

 

Los gobiernos de la Provincia y de la Ciudad, de distinto partido (MPN el primero y UCR el segundo), abonan este proceso especulativo con un festival de tarifazos: aumento del 300% en el impuesto inmobiliario que recauda la provincia y aumentos del pasaje de micros y tarifa de taxis a nivel municipal. El intendente y los concejales se aumentaron sus dietas en un 30% recientemente.

 

La vida se torna asfixiante para gran parte de los asalariados e incluso de los sectores medios, que deben abandonar las viviendas propias o en alquiler en las zonas bajo la presión especulativa para mudarse a zonas con menos servicios o más alejadas.

 

La presión por el aumento de los salarios tiene que ver con este proceso de carestía habitacional. En este contexto debe analizarse el cierre de la huelga docente con un aumento salarial misérrimo.

 

Propuesta

 

Como parte de la campaña por la nacionalización del petróleo, nuestro partido, el PO, debería lanzar consignas muy concretas que fundan ambos temas en uno solo. Por ejemplo: “En vez de tarifazos e impuestazos, nacionalizar el petróleo bajo gestión obrera”.

 

“Fuera Sobisch-Fuera Pechi: coautores de la carestía”.

 

“Sin calidad de vida no hay calidad educativa: abajo la re-reforma antieducativa de Kirchner-Filmus”.

 

Ya se perciben las desilusiones, por lo menos en un sector que se había enrolado en la onda “K” (los docentes). Por contraste, hay mucha simpatía con la “nacionalización de Evo”.

 

En lo que tiene que ver con educación, los docentes ven los anuncios de una nueva reforma como un ataque a la educación, al salario y a las condiciones laborales. Sospechan que se viene algo malo porque Yasky y Maffei la apoyan.

 

Debemos encabezar una campaña que ligue la nacionalización sin pago con la solución de las angustias populares.