Políticas

25/4/2002|751

El “participativo” Ibarra “arregla” con la Banca Morgan y las AFJP

Una comisión de 10 millones de dólares

En la sesión del pasado jueves 19, la Legislatura porteña debatió la “reprogramación” del pago de la deuda externa de la Ciudad, de 600 millones de dólares (bonos Tango), en momentos en que el Estado nacional se encuentra en “cesación de pagos”. El proyecto de ley “autoriza” al Poder Ejecutivo a “iniciar negociaciones” con el colocador de esos bonos, que es la Banca Morgan. Como explicó Altamira, se trata de una ley inconstitucional, ya que la Legislatura no puede “avalar” negociaciones de deuda antes que éstas se realicen, sino solamente convalidar o rechazar los acuerdos que se hubieran alcanzado. Pero ocurre que la Banca Morgan había exigido el aval previo de la Legislatura, o sea, obtener un cheque en blanco. En verdad, la letra del acuerdo ya ha sido redactada por los banqueros: la “deuda reprogramada” continuará rindiendo tasas de interés que triplican o cuatriplican las tasas internacionales, sin la menor quita en el capital.


La deuda externa y las AFJP


Altamira caracterizó la “reprogramación” como “una ley con dos apellidos: la ley Morgan-Orígenes”. Denunció que la ley implicaba la re-dolarización de la deuda con las AFJP -que son una de las principales tenedoras de los bonos Tango- que el Estado nacional había pesificado, al 100% de su valor. El conjunto de la deuda pública externa se encuentra en default, y las alternativas de “reprogramación” admiten porcentajes de quita de hasta el 60%. Las condiciones pactadas implican un negociado, no solamente porque Morgan cobrará 10 millones de dólares (el 2% de la deuda) en comisiones por esta operación, sino porque el acuerdo revalorizará la cotización de los Tango *que hoy están depreciados e ilíquidos*, lo cual permitirá venderlos a un valor superior a su actual precio de mercado.


Significado político


El gobierno “centroizquierdista” de la Ciudad se ha colocado, así, a la vanguardia del entreguismo al capital financiero. El PJ votó casi unánimemente a favor de la “reprogramación”. Altamira denunció que el voto justicialista “nos está revelando que el gobierno nacional va a ir a discutir el tramo externo de la deuda en los términos de los acreedores”. Altamira denunció también la farsa “participativa” de Ibarra, pues reserva la discusión del gasto de la deuda externa a los bancos acreedores.