Políticas

13/11/2003|825

El PC al salvataje de las Afjp

El periódico del PC (Propuesta, 23/10) publica un artículo de Floreal Gorini, quien es presentado como “miembro de la Comisión Política del PC y titular del Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos (Imfc)”. Gorini no vacila en defender a las Afjp al afirmar que “queda claro que ningún sistema previsional puede funcionar en una economía en fuerte crisis”.


Pero Gorini va más allá, porque, como “miembro de la Comisión Política del PC”, plantea que el Estado habilite el retorno de los afiliados a las Afjp “al sistema de reparto”, “cuyo déficit (de las Afjp) debe cubrir el Estado, pues fue él quién tomó fondos de las cajas, así como hoy no paga los títulos que pertenecen a los afiliados y no a las Afjp”. Se trata, entonces, de enchufarle al Estado los millonarios quebrantos de los monopolios bancarios y aseguradores dueños de las Afjp.


Pero Gorini no sólo pretende salvar el patrimonio de los capitalistas “previsionales” sino que, además, no quiere perder el negocio de la jubilación privada. Por eso propone “avanzar hacia la instrumentación de un nuevo sistema de seguridad social conformado por cooperativas previsionales, que surgirían de la transformación de las actuales Afjp”. Como se sabe, Credicoop participa de la Afjp Previsol.


La sociedad “solidaria”


Para Gorini “la cooperativa (previsional) es una empresa perteneciente a la economía solidaria, no es una empresa privada”. Tendríamos así que entre una “economía devastada, conducida por un capitalismo depredador y explotador”, de un lado, y la “meta del socialismo”, del otro, habría un tercer camino: el de la economía solidaria. (Todas las citas son extraídas del periódico del PC antes nombrado.)


Pero esto no le quita a ese “camino” un carácter capitalista, ni tampoco a los bancos cooperativos (Carlos Heller es uno de los voceros preferidos de la banca “nacional”).


Estas cooperativas previsionales serían gestionadas “con la participación en su conducción de los aportantes, los jubilados y los trabajadores de la cooperativa”; “recibirán los aportes personales y patronales a la seguridad social”, otorgarán “jubilaciones… con un máximo y un mínimo en las prestaciones”. Pero no aclara de cuánto sería ese mínimo, lo que entraña una renuncia expresa a la bandera histórica del 82% del salario del trabajador activo, actualizada automáticamente.


En consonancia con una “reforma” que Kirchner tiene en carpeta, “el miembro de la Comisión Política del PC” plantea que estas cooperativas solidarias “contribuirán a un fondo para otorgar un haber mínimo a todos los mayores de 65 años que hayan quedado afuera del sistema previsional”. La propuesta blanquea a todos los capitalistas “en negro” y avala la monstruosa desocupación existente.


Gorini propugna que las cooperativas solidarias le sigan prestando plata al Estado (deuda pública), esto cuando plantea que “los excedentes serán destinados a un fondo de capitalización”. Ese “fondo de capitalización solidario” se invertiría “en planes de vivienda populares y otras obras de infraestructura del gobierno”. La “garantía” de que “los fondos no se evaporen” estaría en la “contraparte material”, es decir en la hipoteca de las casas y de la infraestructura pública, lo que abriría el camino para nuevas privatizaciones.


Todo este galimatías financiero que parte de un salvataje objetivo a las Afjp y a los banqueros, “se inserta en la concepción de una nueva sociedad, donde sus integrantes actúan solidaria y activamente en la gestión de los temas que les conciernen…”. Pero esto sería una solidaridad de los explotados para salvar a los banqueros y capitalistas.


Es “la Comisión Política del Partido Comunista en Izquierda Unida”


Esta posición de Gorini ¿es individual?


De ninguna manera; veinte días antes, la “Comisión Política del PC en Izquierda Unida” publicó un editorial en su periódico partidario (Propuesta, 2/10), donde frente a la defunción del “perverso sistema de capitalización” propone “constituir una nueva figura jurídica de propiedad pública donde sean los mismos aportistas, los trabajadores, los que se hagan cargo de la gestión en todas sus etapas, mientras el Estado debería cumplir un necesario papel de control”. Con esto, la jubilación cesa de ser un derecho frente al Estado capitalista para transformarse en algo incierto que está condicionado a la especulación capitalista con los aportes de los “cooperantes”.


“La Comisión Política del PC en IU” dice que “no se trata de expropiar a nadie, porque los fondos son de los trabajadores, no de las Afjp”; pero olvida agregar que esos fondos ya fueron confiscados por los capitalistas, primero con las comisiones que cobraron, luego con los negocios que hicieron, y finalmente con el “default”, que redujo los aportes acumulados a nada. La propuesta del PC apunta a acaparar el negocio jubilatorio de aquí en más. Como De Vido y Kirchner.


Es cierto que el PC dice que “se debe estudiar cómo los auténticos fondos que corresponden a los depósitos provenientes del mundo del trabajo son desafectados de la quita, mientras se elabora con participación ciudadana, el nuevo régimen de previsión…”.


Pero de ese “estudio” está excluida de antemano la posibilidad de expropiar a los banqueros que son dueños de las Afjp, lo que sólo deja en pie la alternativa de que el Estado pague a estas Afjp la deuda en “default”, que es lo que plantean las Afjp.


“Shock”


La declaración de la Comisión Política del PC plantea que para “salir de la crisis la Argentina necesita un shock de mercado interno”, lo que implicaría “una serie de medidas de transición que, aun siendo de carácter reformista, requieren una voluntad política transformadora y revolucionaria”. Por ejemplo, formar “un centro único coordinador… para impulsar el cambio del actual sistema jubilatorio”.


Esto explica, más claramente aún, la alianza político-electoral que ha establecido el PC y la Izquierda Unida con el Partido Socialista, gestada en gran medida a través de negociaciones establecidas por la “banca cooperativa” en las que participaron Gorini (máximo dirigente del Imfc) y Polino (dirigente del PS y ex secretario de Acción Cooperativa del gobierno de la Alianza).


Basta de cuidar los negocios de la Afjp y los banqueros. Hay que crear un frente de lucha, como lo impulsa la Asamblea Nacional de Trabajadores, pero para luchar por:


• derogación de la jubilación privada: confiscación de las Afjp, de los bancos y de las empresas a ellos asociados;


• jubilación estatal única, basada en el aporte exclusivo de la patronal (esto sí que daría un shock interno al elevar el salario obrero), bajo gestión directa de los trabajadores activos y jubilados;


• desconocimiento de la deuda externa;


• salario mínimo de 900 pesos, jubilación mínima de 600 pesos, 82% móvil de haber jubilatorio.