El PCR y Bergoglio

En el diario La Nación del 14 de marzo de este año apareció publicada una nota sobre la actividad política del número uno de la Iglesia católica en nuestro país, el cardenal (papable) Jorge Bergoglio. La máxima autoridad de la Iglesia pide gestos de unidad e invita al concenso contra la actitud de “confrontación permanente” del gobierno “nacional y popular”. Tampoco se debe olvidar el apoyo de la iglesia al campo y su reclamo permanente de reconciliación, que es el eufemismo para justificar la impunidad para los genocidas.

En la nota, el periodista relata las reuniones periódicas que el cardenal mantiene con diferentes referentes políticos; entre ellos incluye a Aníbal Fernández, Carrió y Moyano y la lista se extiende a “(…) Eduardo Duhalde, Francisco de Narváez, Alberto Sileoni, Hermes Binner, Gabriela Michetti, Rubén Giustiniani, Patricia Bullrich, Adriana Puigross, José Scioli, Mariano Naradowski, Esteban Bullrich, Eugenio Burzaco, Marcos Peña y Clelia Iscaro (Partido Comunista Revolucionario), que lo visitaron en encuentros personales e informales, al margen de los canales institucionales” (La Nación, 14/3).

De esta nota llama la atención la cantidad de miembros del Gobierno Nacional que visitan al Cardenal, un gobierno que se jacta de haber enfriado la relación política con la Iglesia. También la relación del PCR con el cardenal.

¿Será en estos encuentros “informales” donde el PCR logró un acuerdo con la Iglesia para la intervención de ésta en los Encuentros nacionales de la Mujer, en donde atacan el derecho de las mujeres a decidir sobre su propio cuerpo (derecho al aborto) con la anuencia de las militantes del PCR, quienes realizan siempre esto en nombre de la democracia y la libertad de opinión?
Seguramente, deben quedar de ambos lados los buenos recuerdos por la participación conjunta en la mesa del Diálogo Argentino, en el que se buscaba contener al pueblo en una etapa de intensa movilización popular (2001-2003).