La crisis política en Santa Fe y la descomposición del pe­ronismo provincial siguen avanzando.

El gobernador Obeid envió a la Legislatura un proyecto que dero­ga la ley de lemas, y la reemplaza por internas abiertas, simultáneas y obligatorias. El proyecto oficial fue aprobado en Diputados por una mayoría abrumadora (48 votos y una abstención). Sin embargo, los senadores del PJ votaron una “mo­dificación", que mantiene los lemas en las elecciones a cargos munici­pales (con la excepción de Rosario y la capital). Esta “modificación” fue impulsada por ocho de los quin­ce senadores del PJ; los restantes siete eran partidarios de mantener la vigencia de la ley de lemas para todos los cargos; ninguno de los se­nadores peronistas defendió el pro­yecto del gobernador.

Obeid quiere forzar, por la vía de las internas, la “unidad del pe­ronismo” que ya no puede mante­ner con el sistema de lemas. Pero una fracción significativa del PJ se niega a darle a Obeid esos instru­mentos. La disputa por el sistema electoral encubre la lucha por el po­der en el peronismo santafesino.

Los siete senadores que res­ponden al ex gobernador Reutemann se opusieron frontalmente a la derogación de los lemas. La “Li­ga de intendentes0, que impulsó que los lemas se mantuvieran en los municipios, está impulsada por uno de los operadores de Kirchner, Juan Carlos Mazzón.

Obeid interpreta que si acepta las “modificaciones” votadas en el Senado podría dividir al bloque del PJ de Diputados e incluso per­der toda autoridad para reorgani­zar al peronismo. Un diario ad­vierte que si acepta los cambios del Senado abriría “un gigantesco signo de interrogación en el plano de la gobernabilidad” (El Litoral, 9/10). Pero si insiste con la ratifi­cación en Diputados, corre el ries­go de que el Senado "cajonee” el proyecto cuando vuelva su revi­sión. Para “apretar” a los senado­res, Obeid amenaza con un ple­biscito; el socialista Binner y dos de los principales diarios de la provincia (El Litoral y La Capital) se sumaron al reclamo. Así, la ley de Obeid, concebida como un re­curso extremo para impedir la di­visión del PJ, puede terminar pre­cipitándola.

El trasfondo de la crisis es la aguda descomposición del peronis­mo. En Santa Fe, perdió tres de las cuatro últimas elecciones a gober­nador, cargo que logró mantener sólo gracias a la ley de lemas. En el plano nacional, el PJ de Reutemann está negociando su salvataje con Kirchner, el cual le impone sus propias condiciones.

Así, la “recuperación" del PJ santafesino deberá pasar por una serie de crisis y fracturas. Como en Santiago del Estero, puede termi­nar con su estallido y hasta con una crisis provincial de conjunto.

La oposición radical y socialis­ta respaldó el proyecto de Obeid, pero sería incapaz de impulsar un plebiscito si no cuenta con el apo­yo de Kirchner. Los ‘transversales’ han quedado como una rama exte­rior del PJ.

El Partido Obrero denuncia la naturaleza antidemocrática de to­dos los regímenes electorales en discusión. Reclama la derogación de la ley de lemas y de todas las normas proscriptivas del régimen electoral, el desprocesamiento de los luchadores, la disolución de los aparatos represivos y la cárcel de los responsables de los asesinatos, aún impunes, bajo la dictadura militar, en el 2001, en las inunda­ciones y por fil gatillo fácil en los barrios.