Políticas

9/5/1996|493

El PJ, la UCR y el clero quieren evitar el juicio a Angeloz

Jorge Yoma, el más menemista de los senadores nacionales, acaba de declarar que “el Senado no tiene otra salida que el desafuero de Angeloz si no quiere atar de pies y manos a la justicia”,  y que el juez que lo ha pedido tiene toda la razón porque “debe atenerse a lo que le dice el Código de Procedimiento”(La Voz, 3/5).


¿Significa esto que el pacto entre el PJ y la UCR para salvar a Angeloz ha sido dejado de lado?


No. El propio Yoma aclaró enseguida que su postura en favor del desafuero es ‘personal’ y que se trata de “buscar una salida… sin desatender lo que es la postura del Congreso, … esa doctrina pacífica y uniforme (por la que) no hace falta el desafuero” (ídem). Otras fuentes del Senado informaron que la resolución del caso “no será inmediata”.


Angeloz se encuentra procesado por enriquecimiento ilícito, y antes de que el juez emitiera su dictamen se había comprometido a renunciar a sus fueros, pero ahora que está procesado le pidió al Senado que “considere” si debe hacerlo. Este fue el punto de partida de una operación de “indulto” de radicales y peronistas, que alumbraron la “tesis” de que el ex gobernador puede “presentarse” ante el juez sin despojarse de su inmunidad parlamentaria (fueros). Una interpretación de este calibre viola el Código Procesal Penal de Córdoba. Por eso, una alta fuente del juzgado que lleva la causa planteó que “si no se concede el pedido de desafuero, no hay juzgamiento posible y los que dicen lo contrario se equivocan, por ignorancia o por algún interés político (Clarín, 24/4)”.


“Los primeros en manifestar que no hace falta que se desafuere al ex gobernador… fueron el constitucionalista y ex senador radical Jorge Vanossi y el senador Jorge Yoma, la voz cantante del ultramenemismo en la Cámara Alta” (La Nación, 24/4).


Terragno, jefe de la UCR, llegó a denunciar “la complicidad de algunos jueces que realizan una interpretación torcida de la Constitución” cuando dicen que no se puede juzgar a un legislador si no se lo desafora (Clarín, 24/4).


Ruckauf planteó la defensa de Angeloz como una cuestión de estado: “sería un grave error adoptar una actitud justicialista, frepasista o radical… hay que tener en cuenta el riesgo institucional que esta situación implica” (La Voz, 22/4). Es que enjuiciar a Angeloz es echar luz sobre el robo descarado de los fondos públicos de la provincia en beneficio del aparato radical.


De Zanola a Primatesta


La “muy sugestiva sucesión de declaraciones coincidentes de tan altas voces del radicalismo y el justicialismo” (ídem), provocó un viraje en la conducta de las fracciones de la UCR Córdoba enfrentadas a Angeloz. El ex gobernador “esperaba (de ellos) un gesto solidario, que era el del silencio. Y así está ocurriendo. Mestre y Martí desaparecieron de todo acto público y mandaron a sus dirigentes a no abrir la boca” (La Voz, 20/4).


Antes, Marcelo Touriño, “a quien se atribuye toda la ingeniería jurídica” que terminó en el procesamiento de Angeloz, había sido echado de su puesto de abogado de la Asociación Bancaria, en su opinión “por la triple presión ejercida por el titular nacional de la AB Zanola (que reivindicó al ex gobernador y calificó públicamente de ilegítima la denuncia de su propio gremio), por poderosos operadores de Angeloz y prelados de la Iglesia Católica”. Según Touriño, “vinieron a verme emisarios de Primatesta. Ud. sabe (le dice al periodista) que hay una estrecha relación entre Primatesta y Zanola, y de los dos con el angelocismo” (La Nación, 25/4). Touriño probó la existencia de un “delito estructural” a partir del proyecto angelocista de “fusionar los dos bancos provinciales… para hacer un banco residual —como con Entel— que iba a ser una especie de agujero negro en el que pensaban meter todas las deudas incobrables… y lo que faltaba por corrupción”(La Nación, 26/4).


De no prosperar el desafuero de Angeloz, el juez “tendrá que archivar las actuaciones” hasta “dentro de cinco años y medio”, cuando Angeloz deje el Senado.


Para evitar que esta ‘estrategia’ pueda sufrir algún tropiezo, “asesores jurídicos y políticos… le habrían sugerido (a Angeloz) la posibilidad de elegir un abogado que de uno u otro modo obligue al juez Molina a apartarse del caso (invocando enemistad manifiesta o algún otro argumento)” (La Voz, 22/4).


La UCR, rehén


El pacto político para ‘salvar a Angeloz’ está en pie, sólo que no se lo puede ejecutar según el planteo original y el gobierno quiere explotar a fondo la condición de rehén en que ha quedado la UCR.  Por eso, asistimos a un desvío.  Menem ‘cobrará’ su injerencia en el ‘indulto’ exigiendo  la complicidad de la UCR para tapar el escándalo de la venta de armas o impedir el procesamiento en masa de los funcionarios del Banco Central por el asunto BID, y se tomará un tiempo para golpear a De la Rúa con  el ‘efecto Angeloz’ en las elecciones de Capital.


Luego de exprimir a fondo a la UCR, el PJ cumplirá su parte en el acuerdo y Angeloz quedará en libertad.