Políticas

20/12/2007|1022

El “plan de salud” de Macri

A pocos días de haber asumido, Macri hizo propia una de las promesas más remanidas de sus antecesores: el doble turno para los hospitales de la Ciudad, con atención de 8 a 20 horas.


Pero el anuncio de Macri incluyó una precisión sustancial: admite que el “doble turno” exige la incorporación de unos 6.000 profesionales de la salud entre médicos, técnicos y enfermeros. Este fue el punto de vista que defendió Altamira en la Legislatura porteña cuando, en el 2002, se discutió la “emergencia sanitaria” y la necesidad de un doble turno en los hospitales. Los progresistas, principalmente los diputados de la ex Izquierda Unida promovieron una ley de “emergencia”, que fue votada, que exigía el aporte “solidario” de los trabajadores; es decir, la extensión de los horarios de trabajo. Esto es lo que se lleva adelante, en la práctica, a través de los sistemas de “módulos” y otras variantes de extensión de la jornada en el sistema de salud.


Macri ¿va a terminar con la penuria de pacientes, médicos y enfermeros? De acuerdo con el anuncio oficial, el jefe de Gobierno, “lanzó a concurso unos 2.000 cargos para seleccionar y designar médicos” (La Nación, 13/12). Y concretaría “nombramientos pendientes de médicos y enfermeras que ya ganaron sus puestos” (Clarín, 13/12). En los dos casos, se trata de personal que ya se encuentra trabajando en el sistema de salud, bajo distintas modalidades precarias. O bien contratados, como ocurre con buena parte de los enfermeros, o bien en la planta de personal pero sin haber concursado, o, en su defecto, con concursos no “sustanciados”, como ocurre con la mayor parte del personal médico. La efectivización de todos ellos es uno de los ejes de la lucha de los trabajadores de la salud y constituiría una conquista de esa lucha. Pero, naturalmente, no resuelve el problema de la extensión horaria, que requiere más puestos de trabajo. El presupuesto 2008 no los contempla. En rigor, tampoco prevé los mayores gastos que, en materia de aportes patronales, exigiría una efectivización masiva de trabajadores. ¿Será que, como ya ocurre en otras áreas del Estado, el plan macrista se propone compensar la mayor carga de aportes con un ajuste a la baja en los salarios de bolsillo?


En estas condiciones, el “doble turno” estaría reposando en la planta actual de trabajadores, sólo que “formalizada”. ¿La “titularización” estará sujeta a un régimen laboral con turnos rotativos, o jornadas laborales más extensas?


Por otra parte, el doble turno no sólo demanda más profesionales: exige también más insumos y medicamentos, y gastos generales (energía, mantenimiento) para el funcionamiento de los hospitales. Nada de esto se ha previsto en el nuevo presupuesto.


El anuncio de Macri, por lo tanto, deja abiertos más interrogantes que respuestas. Y reafirma nuestro programa de salida al vaciamiento sanitario: triplicación del presupuesto para asegurar la incorporación de 10.000 profesionales, enfermeros y técnicos con estabilidad laboral, salario mínimo igual al costo de la canasta familiar y seis horas de trabajo. Sólo sobre esta base, el “turno extendido” dejará de ser, o una pesadilla para los trabajadores, o una ficción para sus pacientes.