El plato recalentado de Triaca

Empleos basura y subsidios a las patronales.


Triaca vino a la Comisión de Trabajo del Congreso a disimular el fracaso de la política antiobrera en curso con un plato recontrarecalentado: la ley de blanqueo y empleo joven. El PO tuvo una intervención destacada por contenido y por contraste. No vino Daer, no vino Plaini, no vino Camaño. De ese andarivel político, chocaron en soledad Facundo Moyano y algún diputado de la UOM.


 


Nosotros señalamos que si hubiera un congreso de sindicatos con mandato de asamblea, el movimiento obrero estaría en huelga contra el ajuste. Si no la hay, es por la complacencia de la burocracia sindical. Pablo López le recordó que en Cresta Roja, donde Macri anunció el veto a la ley antidespidos, la Naranja clasista ganó con el 68% en las elecciones del Sindicato de la Alimentación.


 


En cuanto a la ley en debate, el ministro y sus corifeos no pudieron refutar nuestro planteo sobre el fracaso de la ley K de “blanqueo laboral” aprobada en 2014, y tras la cual aumentó el trabajo en negro. Como lo que se propone ahora, se basaba en la amnistía a los evasores y en incentivos a los negreros. Por su parte, Kicillof sólo atinó a decir que “era distinta”, pero sin precisar nada. Es que es idéntica, sólo que la ley K era para empresas de hasta 80 trabajadores y esta se extiende hasta 200.


 


En la cuestión de los jóvenes, es una ley de sustitución del trabajador con mayores derechos. Sólo exige que la nómina promedio de trabajadores del último trimestre de 2015 se mantenga o aumente, pero nada dice de la sustitución, sea por corte de contratos, por despidos o retiros. Con los incentivos y descuentos previsionales que llegan al 100%, según se reglamente, las patronales pagan las indemnizaciones y se quedan con el empleo basura, joven, barato y subsidiado. Las tercerizadas de fiesta, los monopolios invitados a tercerizar todavía más.


 


Les fracasó la devaluación, como lo revela la avalancha importadora; el endeudamiento sólo trajo especulación financiera; la inflación creció muy por encima de salarios y jubilaciones; la pobreza aumentó; los despidos siguieron tras el veto; el tarifazo agrava la caída del poder adquisitivo y prolonga la crisis energética; y más trabajadores pagan el impuesto a las ganancias.


 


De cara a ese empantamiento, anuncian una ley que no se la cree ni el propio gobierno. Intenta disimular el fracaso de los subsidios ya aprobados a las Pymes y Automotrices, y que tienen la misma orientación precarizadora.


 


Nuestro programa -que presentamos bajo la forma de dictamen de minoría- plantea la notificación con estabilidad laboral para todo trabajador en negro, jornada de seis horas y prohibición de despidos, reapertura de paritarias, abolición del impuesto al salario, aumento de emergencia a los jubilados.


 


Más que nunca, paro nacional y plan de lucha. Sólo la huelga general podrá quebrar al ajuste. Para ese proceso de lucha, ofrecemos este programa y un plan económico de los trabajadores.