Políticas

19/12/2022

El presupuesto neuquino: en un mundo en recesión, otra vez el cuento de la isla

Una especulación a full, para un año electoral.

Legislatura de Neuquén.

El presupuesto de Neuquén acaba de ser aprobado por 29 votos a favor aportados por los bloques del MPN y sus colectoras (Frin, FNN, UP-FR, Siempre), pero también por los bloques unipersonales en que se dividió Juntos por el Cambio (Juntos, MAV, CC-ARI, Avanzar) y parte de los bloques del Frente de Todos, más algunos de los que aún quedaron en el bloque de Juntos por el Cambio y la DC (el sobischismo). Es decir, todo el arco político, con la excepción del FIT.

Esta votación está basada en la apuesta a todo o nada que dicho presupuesto expresa en relación al desarrollo exportador de Vaca Muerta, criterio que comparte todo el arco político patronal a pesar que en el propio informe presupuestario se reconoce que la “proyección de crecimiento para la economía mundial en 2023 es del 2,7%, frente al 2,9% previsto en julio y el 3,6% de abril”.

En un mundo que se contrae económicamente, apostar a un hipotético “boom” exportador de hidrocarburos adelanta que el plan de obras públicas y los fondos para educación, salud y ayuda social están dibujados con la vista puesta en presentar un panorama de desahogo económico en un año electoral.

La “ingeniería” presupuestaria respecto a Vaca Muerta

Como en cada presupuesto, en éste también hay una subestimación de ingresos y una sobrestimación de egresos, de tal manera de conformar un “colchón” de fondos para que el gobernador disponga su redireccionamiento según sus necesidades de gobierno.

Así, en el plan de obras públicas, la mayoría de ellas figuran por montos redondos de 50 o 100 millones de pesos, lo cual indica que están “dibujadas”, totalizando decenas de miles de millones de pesos.

En cuanto a las regalías petroleras, se ha considerado que “el crudo vendido a mercado interno alcanzaría los 62 dólares por BBL, y en el caso de las ventas a mercado externo  unos 69 dólares por BBL”.

Hoy el barril de Brent se cotiza a 80 dólares y el barril en el mercado interno se cotiza a 70 a 75 dólares. El cálculo del precio promedio del 2023 del presupuesto es conservador. Pero, si fuera acertado, implicaría una baja de los ingresos por regalías respecto al 2022 (menor precio en boca de pozo y menor precio a escala internacional para la exportación). Lo cual indica que basar el presupuesto en un “boom” exportador de Vaca Muerta tiene sus limitaciones insalvables, además de ser una variable que el gobierno neuquino no controla.

Como las regalías petroleras y gasíferas explican el 45% de los ingresos presupuestados, la dependencia de aquellas de los avatares del mercado mundial tienen una muy fuerte incidencia en los ingresos fiscales. Curándose en salud, el gobierno afirma que los ingresos por regalías en pesos serán un 193% mayores que el año pasado para el caso del petróleo (con un crecimiento de la producción del 17%) y en el caso del gas los ingresos de regalías en pesos aumentarían 172% (con un crecimiento de la producción del 9%). Es decir, hay una fuerte apuesta a la devaluación de la moneda nacional, más que en un fuerte aumento de la producción. Lo cual confirma que a pesar que el gobierno se ufana de haber “otorgado 45 concesiones de explotación no convencional”, la huelga de inversiones a gran escala continúa.

La deuda dolarizada, otro factor de riesgo

A pesar de los acuerdos con los acreedores, logrado años atrás, lo cierto es que el presupuesto señala que la deuda en dólares es del 57% del total, y la deuda que se actualiza según CER u otros mecanismos como el índice de la construcción implica otro 25%. Con lo cual casi el 85% de la deuda neuquina crecerá en el 2023 (como lo hizo en el 2022 y siempre) atada a factores ligados a la devaluación, índices inflacionarios y otros, que neutralizan en gran parte los mayores ingresos por regalías en pesos en caso que aumente la paridad cambiaria. De los $70.000 millones presupuestados para el pago de dicha deuda, un tercio son intereses y comisiones (es decir, no amortizan capital).

Más de $11.000 millones vencen en abril, un mes donde ya estaría vencido el actual acuerdo salarial con los sindicatos estatales y docente, y probable mes en que sean convocadas las elecciones próximas. De modo que la campaña, si es que el gobierno no cierra alguna prórroga precaria del acuerdo con las burocracias sindicales durante el período vacacional, tendrá lugar durante un período de fuerte erogación de la deuda.

Los subsidios y exenciones impositivas para el capital

El presupuesto reconoce que entre créditos oficiales subsidiados y eximición de impuestos para distintos sectores empresarios, el costo fiscal (lo que deja de ingresar) ronda los $19.000 millones. Un monto que supera largamente la tributación total de un mes. Por ejemplo, el total de recaudación por noviembre 2022 por impuestos provinciales ascendió a los $13.400 millones, según la propia Dirección de Recaudaciones de la provincia.

Es muy ilustrativo que en el caso del impuesto sobre Ingresos Brutos (que significa el 93% de la recaudación de impuestos provinciales), la mitad de ese costo fiscal sea por las tasas con alícuota cero de tributación que beneficia, entre otros, a empresas constructoras, terratenientes, ganaderos, etc.

En el caso del impuesto inmobiliario, el pago de las grandes propiedades y las grandes extensiones de tierra (estancias, viñedos, etc.), tributan sumas irrisorias, totalmente desproporcionadas respecto a la propiedad o vivienda familiar.

Esta carga desigual de los impuestos provinciales se expresa también en los fondos que se han presupuestado para la coparticipación impositiva de parte de Nación. Esta coparticipación encuentra en la redistribución del IVA (un impuesto al consumo popular esencialmente) y el impuesto a las ganancias (que pagan gran parte de los asalariados) sus grandes componentes. En tanto los derechos de exportación (¡petróleo a precios internacionales!) se ubican muy por detrás de los dos anteriores.

Con lo cual la estimación de un aumento real de las transferencias por coparticipación (aproximadamente un 26%) respecto a lo presupuestado para el 2022 saldrá fundamentalmente de los pagos impositivos de origen salarial.

La perspectiva de género

Con todo lo dicho, el aspecto más hipócrita del presupuesto aprobado es el anuncio con bombos y platillos que se trata de un presupuesto “con perspectiva de género”. El nivel de estafa de esta afirmación es monumental. Por ejemplo, mientras se coloca en grandes letras en un cuadro “23 casas integrales” para “protección, acompañamiento y empoderamiento de mujeres en situación de violencia”, en letra microscópica se aclara que solo existen 9 construidas, que hay 3 en construcción y 14 están proyectadas. ¡Una verdadera estafa política!

Esto a pesar que hace ya dos años que la Legislatura votó el proyecto presentado por la diputada Patricia Jure (PO-FIT) de construcción o habilitación de Casas Refugios y que sigue siendo ignorado por el gobierno desde hace dos años y medio.

No existe tal perspectiva de género, cuando la miseria en las barriadas, donde miles y miles de mujeres son sostén de hogar, y cuando hasta el propio presupuesto reconoce que desde hace más de un año cae el consumo en términos reales en los supermercados producto del crecimiento de la pobreza. O cuando desde el propio Ministerio de Desarrollo Social, que administra los planes provinciales, se monta una red delictiva reteniendo la tarjeta de cobro para quedarse con la mayor parte del monto del plan de centenares de mujeres.

Conclusión: manteniendo a la provincia pendiente de la renta petrolera y de la primarización de su producción, este presupuesto como los anteriores está escrito en el agua. El gobierno no controla ni tiene la menor incidencia en las variantes sobre las cuales se asienta ese presupuesto.

Y como la inflación estimada por el presupuesto para 2023 es de un imaginario 60%, está claro que las y los trabajadores neuquinos debemos prepararnos para una lucha contra el ajuste y la caída salarial. Las asambleas y congresos debían estar a la orden del día, pero no es la orientación de las burocracias sindicales, quienes pretenden cerrar los acuerdos en pleno período vacacional, es decir, sin bases. Las seccionales recuperadas de Aten y la oposición en ATE deben tomar la iniciativa.