Políticas

19/12/2002|785

El Puente Pueyrredón de De la Sota

En las visperas del 20


La brutal represión de la Clínica Halac, días previos a la movilización piquetera, a la llegada de la Marcha Federal y a las acciones por el 20, no parece un hecho aislado. El de De la Sota es un gobierno acabado; está enfrentado a la cúpula de la Iglesia (en una lucha de rapiña por la ayuda social), a la Justicia provincial (que ha levantado cabeza ante el intento del gobernador de colonizarla y eliminar la primacía mestrista en la misma) y a la prensa. Tiene la evidencia de que ha quedado a mitad de camino: no le da para asegurarse la postulación por el PJ a la presidencia ni para su reelección (algo que “le han solicitado” los intendentes de Unión por Córdoba). Como candidato a gobernador, Martí, de la Ucr, multiplica por tres la intención de voto para De la Sota. Todo esto en el marco de la peor crisis provincial: el PBI ha caído un 19% y la principal industria (la metalmecánica) tuvo una caída del ¡80%!, tres veces más que la media nacional para el mismo sector. Dependía enteramente de la llegada de créditos del Banco Mundial que han quedado frenados por la crisis de las negociaciones por el pago de los 800 millones.


De la Sota pretendía subirse a la revocatoria de Kammerath para quedarse con la Municipalidad y tratar de ganar puntos para una posible reelección. La decisión de la Justicia provincial y de la Corte Suprema frenando el referéndum lo dejó totalmente huérfano y ante la posibilidad de que las jornadas del 17 al 20 se magnifiquen ante el repudio popular (y sobre todo de los sectores de clase media) a la anulación del referéndum. La Multisectorial resolvió convocar a manifestarse masivamente el 17, el 19 y el 20 (el acto se realizará en la plaza de la Intendencia).


De la Sota quiso curarse en salud y crear un cuadro represivo en las vísperas. La decisión de apresar inmediatamente al dirigente de la organización piquetera más importante de la provincia y además con activa participación en la multisectorial por la revocatoria, como son el Polo Obrero y Eduardo Salas, revela claramente que el objetivo sobrepasaba a la Clínica Halac. Salas fue uno de los últimos en salir liberado y en varias oportunidades el fiscal señaló su voluntad de mantener detenidas a las “caras conocidas” hasta el jueves. Es decir, se pretendía tener rehenes cuando está en preparación una de las movilizaciones más multitudinarias que conozca la provincia.


La extraordinaria lucha por arrancar a los presos constituye una victoria que refuerza toda la lucha del 20 y aísla al gobierno. De la Sota probó la medicina que Duhalde debió tragar en junio.


 


Crónica del brutal desalojo


En la madrugada del sábado 14, la policía de De la Sota, bajo las órdenes del fiscal Sandoval, reprimió brutalmente a los trabajadores de la Clínica Halac, que desde hacía tres días mantenían ocupado el edificio en la lucha por sostener la Clínica abierta, y a los más de 100 compañeros de diversas organizaciones políticas y asambleas populares que estaban solidarizándose con la ocupación.


El resultado de la represión (ordenada por el fiscal después de más de dos horas de negociaciones y con el compromiso en la última de ellas de suspender el desalojo hasta el lunes) fueron 59 compañeros detenidos (cinco de ellos llevados al Hospital de Urgencia), y decenas de heridos de balas de goma. Nada obstaculizó la decisión de reprimir, ni la presencia masiva de los medios de comunicación; entre los reprimidos y encarcelados había compañeras embarazadas, otra con graves problemas de salud, niños (hubo dos chicos detenidos con sus madres), mujeres y hombres de edad avanzada. La necesidad de impedir una nueva “Junín” fue más fuerte que cualquier consideración sobre los riesgos y el peligro de reprimir, e incluso el famoso “costo político”.


Entre los 59 compañeros detenidos, figuraban todos los trabajadores de la Clínica, militantes del Partido Obrero, del Polo Obrero, de Izquierda Unida, del Pts y de las asambleas populares de Gral. Bustos y Alto Alberdi. Los legisladores de IU fueron reprimidos y uno de ellos encarcelado durante 7 horas. La brutalidad de la represión motivó una rápida respuesta popular que logró que, a las 20 horas del sábado, no quedara ni un detenido (ver crónica aparte).


 


El 20 con todo


En estas circunstancias, la convocatoria a la movilización del 20 se ha reforzado. Todas las organizaciones han resuelto colocar como prioridad la llegada de la columna piquetera el 17 y el acto del 20, más acciones varias en los días 18 y 19. Con las consignas Por un nuevo Argentinazo, Fuera Duhalde, De la Sota y Kammerath, Córdoba se suma al Argentinazo.


 


El futuro de la Halac


La Clínica Halac es un instituto especializado en neonatología de una alta calidad que desde hace dos años está bajo un síndico por un pedido de quiebra, resultado de un total vaciamiento. A los trabajadores les adeudan los sueldos de abril en adelante. El síndico (con varias causas por defraudación y estafa) planteó el cierre del establecimiento. Rápidamente los trabajadores ocuparon y armaron una cooperativa; el juez de la quiebra (Cevallos) ordenó el desalojo para “preservar equipos valiosos que los trabajadores pueden estropear”: la irrupción de la infantería y los bomberos produjo destrozos y desmanes en el establecimiento que los trabajadores custodiaban; la perfidia del juez sólo pretendía ocultar el total vaciamiento de la Clínica. El sábado el juez llamó a los trabajadores y les dijo que le presenten un proyecto para que funcione la Clínica. Los trabajadores se están organizando para conocer condiciones y establecer las propias en la lucha por la recuperación de la empresa.