Políticas

7/12/2018

El robo del impuesto a las Ganancias: ya lo paga uno de cada cinco trabajadores

Desde el 2015, un 62% más de trabajadores, jubilados y autónomos alcanzados por ese gravamen

Es cada vez más claro que el denominado impuesto a las Ganancias, en lo que se refiere a los trabajadores, es un creciente impuesto al salario. En los últimos tres años, el total de trabajadores que pagan este tributo pasó del 13 al 20 por ciento del total, es decir que, actualmente, uno de cada cinco está alcanzado por el impuesto, según la información del Ministerio de Trabajo dada a conocer ayer.


Así, de acuerdo al último dato oficial, al mes de julio pasado, pagan Ganancias un total de 1.940.000 trabajadores, jubilados y autónomos. En el año 2015, estaban alcanzados casi 746.000 menos de estos tres sectores, lo que supone que, en apenas tres años, hay un 62,5% más de trabajadores, jubilados y autónomos alcanzados por el tributo. 


Y el porcentaje de afectados seguramente volverá a crecer el año próximo ya que, según el informe oficial, el mínimo a partir del cual se paga Ganancias tuvo una actualización de apenas un 28,3%, es decir que los que este año tuvieron un aumento superior (bancarios, aceiteros) o pagarán más si ya lo hacían o pueden ser alcanzados por el impuesto si es que ahora no tenían que abonarlo.


De acuerdo con el informe, deberán pagar todos los trabajadores que cobren por encima de $35.304, en el caso de los solteros y $46.770 en el caso de los casados con dos hijos. Estos son los salarios reales porque, para llegar a los mínimos anunciados (más altos), el Ministerio suma el proporcional del aguinaldo. Claro que no se trata de los salarios de hoy sino del que se cobren, en promedio, el año próximo, es decir cuando se reciban los aumentos de las próximas paritarias.


Así, el trabajador soltero que hoy cobre más de $28.300, el año próximo deberá pagar el impuesto al salario si logra un aumento mínimo del 25 por ciento. Y otro tanto sucede con un trabajador casado y con dos hijos si es que hoy cobra al menos $37.416 y recibe un porcentaje de aumento salarial similar al anterior.


Si están entre los que recibieron el bono de $5000 sugerido por el gobierno para los trabajadores del sector privado el salario a partir del cual pagarán será menor porque la mitad de ese “extra” cae en el mes de enero próximo, es decir que se computará como ingreso del 2019. Otro tanto vale para cualquier otro ingreso extra que logre conquistar el año próximo.


En el caso de los autónomos el mínimo es aún más bajo. Pagarán si es que tienen ingresos superiores a $21.460 mensuales en promedio el año próximo. Con el mismo criterio que para los asalariados, pagarán el gravamen los que este año han tenido un ingreso promedio $17.170 y los mismos se incrementan en un 25% el año próximo.


En cuanto a los jubilados, el ahogo tiene cierta perversidad. Es que el mínimo a partir del cual se paga es mayor al de los trabajadores activos -6 haberes mínimos, que en diciembre estará en $9300- pero que no regirá si el jubilado tiene algún otro ingreso o si paga Bienes Personales por ejemplo por una segunda vivienda, propia o de propiedad compartida.


Esto mientras se les otorgan exenciones impositivas y aduaneras a los productores de gas y petróleo, se grava con aranceles mínimos a las mineras, al agro, y hay una reducción en el pago de Ingresos Brutos a sectores industriales y baja en las cargas sociales a las empresas, con el consiguiente desfinanciamiento de las cajas de jubilaciones. Esto además de que se le otorgan suculentos subsidios al transporte, lo que no evita los tarifazos que golpean duramente sobre los bolsillos de los trabajadores.


Este Estado gobierna para una clase, la propia, la de los capitalistas. Por eso también en el terreno impositivo golpea creciente y duramente sobre los bolsillos de los trabajadores y demás sectores populares. Son estos, además, los que pagan proporcionalmente más impuestos en los que son inevadibles, como el IVA, que recae sobre cada producto de consumo que adquiere una familia obrera.


Hay que terminar con el impuesto al salario porque el salario no es ganancia.