Políticas

23/3/1993|385

El sabotaje de los“privatizadores”

La patronal de Edesur responsabilizó a sus trabajadores por los prolongados cortes de energía que sufrieron en los últimos días los usuarios de Paternal, Caballito, Once y San Cristobal, y hasta ha dado intervención a la justicia para castigar a los responsables de lo que su presidente, Gustavo Petracchi, calificó como una “acción humana intencional”, ¿Volverán a uitilizar la misma excusa cuando se produzcan, como está previsto, nuevos cortes en las próximas horas?


Como cualquiera puede imaginarse, la responsabilidad no es de los trabajadores.


A principios de 1991, con el objeto de “reducir gastos” y de acelerar al máximo la privatización de Segba, Cavallo ordenó el cese del mantenimiento y las reparaciones básicas en los sectores de generación y distribución, la suspensión de las cobranzas atrasadas, la normalización de las facturas estimadas y la campaña de lucha contra los “robos” de energía. Las consecuecias fueron catastróficas: La central Puerto fue entregada con un nivel de actividad de apenas el 40% de su capacidad instalada; la central Costanera, con apenas el 10% … mientras que las pérdidas de energía (por fallas técnicas y robos) trepaban del 22 al 30%.


Apenas se hicieron cargo, los “privados”  se lanzaron a una política de saqueo puro y simple: no pusieron un peso en reparar las instalaciones, pero sí se descargaron con el cobro de las facturas atrasadas y se lanzaron a la “normalización de los consumos estimados”. Al mismo tiempo, lanzaron una violentísima política de superexplotación de los trabajadores: en 22 meses no hubo aumentos de sueldo, eliminaron las horas extras, desconocieron los convenios y despidieron a 2.000 trabajadores de cada una de las distribuidoras (Edenorte y Edesur).


Cuando todo esto reventó, cuando las cámaras y el cableado no aguantaron más, el servicio se cortó. Lógicamente los trabajadores se negaron a realizar horas extras … lo que el muy cínico y muy negrero Petracchi califica como “obstaculización y no comprensión” por parte de los trabajadores.


Tan violento es el ataque patronal que Oscar Lescano se vio obligado a expresar su “comprensión” hacia los trabajadores que se negaron a hacer horas extras. Lescano no quiso ir más lejos, reconociendo el carácter antiobrero de las “privatizaciones” apoyadas por Luz y Fuerza y la imposibilidad, por lo tanto, de una política sindical que ayude simultáneamente a los trabajadores. A la burocracia le interesa solamente, en realidad, el curro de la “propiedad participada”  prevista por las “privatizaciones”.


Ciertamente, los usuarios de Edesur son víctimas de un sabotaje y de una conspiración. Pero los saboteadores no están en las usinas sino en el directorio de la empresa, en el gobierno y en los sillones de la burocracia sindical.