Políticas

29/6/2018

El San Martín de Katopodis: ajuste, subejecución y timba financiera

El Concejo Deliberante de San Martín, con el voto positivo del kirchnerismo y las abstenciones del massismo y del monobloque radical, aprobó la Rendición de Cuentas anual presentada por el intendente Gabriel Katopodis (actual PJ, ex massista y ex FpV).



Se trata de un informe presupuestario de unos 4.000 millones de pesos que posee todos los vicios: fuerte subejecución, contratos a medida de empresas del riñón del intendente, presupuestos sobrevaluados y una fuerte impronta ajustadora hacia los trabajadores. En esa sesión también se expuso que el municipio tiene cerca de 500 millones de pesos colocados en LEBACs.



En su intervención, el concejal -y futuro candidato a intendente por el kirchnerismo- Hernán Letcher sostuvo que “la Rendición de Cuentas confirma que hay subejecución, pero lo vamos a aprobar igual porque es respetar la herramienta de gestión”. Letcher clarifica aquí que sus “herramientas de gestión” serían las mismas que las del actual intendente: la subejecución es la “herramienta” complementaria a la reasignación de recursos y el kirchnerismo no saca los pies del plato respecto de los métodos de Katopodis. 



Por el lado del Frente Renovador, sus ediles se abstuvieron de votar. Adujeron que no contaban con toda la documentación necesaria para analizar la Rendición, pero que aun así reconocen una diferencia notable en materia de obras respecto de la gestión anterior. El radicalismo fue otro de los abstencionistas. Ambas fuerzas colaboran con la “gobernabilidad” del intendente, lo que implica un manejo a discreción del presupuesto municipal.



Los concejales de Cambiemos votaron en contra, pero destacando el presupuesto provincial de Vidal y los “millonarios fondos” que la provincia habría girado al municipio. Cambiemos carece de toda autoridad política para colocar este planteo: el presupuesto provincial contiene los mismos vicios que el municipal y es lisa y llanamente una hoja de ruta para descargar el ajuste sobre los bonaerenses, al igual que el de Katopodis sobre los sanmartinianos.



Este es, en líneas generales, el mismo Concejo Deliberante que en diciembre pasado aprobó las ordenanzas fiscal e impositiva aumentando en un 25% -cuando el gobierno proyectaba una inflación del 10%- la tasa de Alumbrado, Limpieza y Servicios Municipales Indirectos (ALSMI), y la de Seguridad e Higiene para comercios y Pymes. En esa misma sesión, además, se facultó al Ejecutivo local a aumentar dichas tasas por encima de ese porcentaje si lo considerase necesario. Poco tiempo después, en el marco de masivas protestas de vecinos contra los tarifazos, se declaró la “Emergencia Tarifaria” en el municipio. Una clara impostura que no puede ocultar que los impuestos municipales en San Martín hayan aumentado un 700% en los últimos cinco años.



Un párrafo aparte merece la escandalosa colocación de fondos municipales en LEBACs, lo que plantea una brutal paradoja: mientras las necesidades de los trabajadores aumentan sin parar, el municipio tiene millonarias partidas asignadas a la timba financiera.



Un co-gobierno contra los trabajadores de San Martín



Recordemos que Katopodis sufrió un duro golpe en las elecciones de octubre, cuando alineado con el pejotista Florencio Randazzo (Cumplir), terminó en cuarto lugar y solo alcanzó a ingresar un concejal de su fuerza. Por esto consumó un acuerdo político con Cambiemos: entregó el manejo del Consejo Escolar a dicha fuerza, a cambio de quedarse con la presidencia del Concejo Deliberante. Pero ni la intendencia ni el Consejo Escolar dan respuestas a los graves problemas que afectan al conjunto de la población del distrito. 



Luego de 6 años y medio de gestión, Katopodis no sólo no ha resuelto los principales problemas de San Martín, sino que ha profundizado la crisis. Con una población estimada en más de 420.000 habitantes, San Martín atraviesa una profunda crisis habitacional, educativa y de salubridad.



Una salida de los trabajadores



Para redireccionar los millonarios recursos del distrito, proponemos la apertura de los libros contables del municipio y la publicación de todos los contratos firmados por la Municipalidad y su control por parte de una comisión electa de vecinos compuesta por trabajadores, mujeres, jubilados y jóvenes, para que la población realmente conozca en qué se ha invertido el presupuesto. Y de esta manera poder reorientarlo efectivamente hacia la obra pública, la vivienda, la salud y la educación pública.



Las fuerzas políticas que integran actualmente el Concejo Deliberante de San Martín -los Katopodis, los Eslaiman, los Letcher o los Alonso López de Cambiemos- se presentan ante el pueblo trabajador como supuestos “contrincantes”, pero funcionan como un bloque homogéneo a la hora de dirigir el ataque contra sus condiciones de vida. Solo los trabajadores, con una organización política independiente de todos ellos, pueden sacar al municipio del atraso y el abandono.