Políticas

3/7/2003|807

El Senado aprobo la expropiacion de Sasetru

La media sanción del proyecto de expropiación de Sasetru por parte del Senado constituye una gran victoria del movimiento obrero. La expropiación fue votada sobre tablas y en forma unánime; ahora debe pasar a Diputados para su aprobación definitiva.


Esta victoria es el resultado de una firme y perseverante movilización que comenzó el mismo día que nos desalojaron. ¿Quién puede olvidar esa histórica jornada que quedó grabada en la retina de millones de argentinos? ¿Quién puede olvidar la heroica resistencia de los trabajadores que ocupamos la planta contra el gigantesco operativo policial encargado del desalojo? ¿Quién puede olvidar ese imponente espectáculo, apenas una semana después del desalojo, cuando 10.000 compañeros, convocados por las organizaciones piqueteras, literalmente rodeamos la Legislatura, en La Plata, reclamando nuestro reingreso a la planta y su expropiación inmediata? ¿O, una semana después, cuando centenares de compañeros del Polo en un incesante desfile, hasta la madrugada, llegaban desde los lugares más alejados del conurbano para repudiar la decisión del Senado de adelantar la sesión y eliminar del orden del día el tratamiento de la expropiación que se había acordado?


¿Cómo no recordar el 1° de Mayo que marchamos desde Brukman a Plaza de Mayo, en un acto multitudinario, para reclamar la recuperación de las empresas desalojadas? ¿O dos semanas después, el 14 de mayo, cuando como parte del plan de lucha adoptado por la Asamblea Nacional de Trabajadores, se organizó una multitudinaria movilización en apoyo a Sasetru, Brukman y todas las fábricas ocupadas y bajo control obrero que culminó en Plaza de Mayo y cuya cabecera fue compartida por los obreros de Sasetru junto con los de Brukman y Transporte del Oeste? ¿O diez días más tarde, el impresionante acto realizado en el centro de Avellaneda por la recuperación de Sasetru, precedido por una campaña de afiches y pintadas que inundaron el distrito de Avellaneda? ¿O en las semanas recientes, cuando tuvo lugar una concentración en las puertas de Sasetru luego de recorrer las calles de Corina; para no hablar del propio 26 de junio, cuando asistimos en Puente Pueyrredón a una de las concentraciones más multitudinarias que se recuerdan?


La campaña de Sasetru fue echando raíces, haciéndose carne en la población. La reapertura de la fábrica fue despertando la simpatía del pueblo. En esto reside la clave del progreso que hemos logrado en esta lucha.


Lo de Sasetru revela que la rebelión popular continúa como tendencia en importantes sectores del pueblo. Los triunfos de TDO y ahora de Sasetru reflejan el vigor del movimiento de lucha, para el cual la gestión obrera es un objetivo estratégico de la presente etapa, sigue dando señales de su vitalidad y emerge en el escenario de la lucha de clases como una alternativa frente al vaciamiento y la bancarrota capitalistas.


El contenido del proyecto


Los trabajadores organizados en la Cooperativa presentaron un proyecto que planteaba la efectivización de la expropiación por parte del Poder Ejecutivo Nacional en un plazo de 30 días; la entrega gratuita de los bienes expropiados a la gestión obrera; un auxilio económico del Estado en carácter de subsidio no reintegrable para poner a funcionar la fábrica; que “Sasetru Gestión Obrera” fuera proveedor privilegiado del Estado y que se destinaran los alimentos producidos por la planta a la asistencia masiva de los barrios y sectores más carenciados de la provincia. El proyecto que pergeñaron los legisladores suprime todos estos puntos.


La ley que ya tiene media sanción declara de “utilidad pública y sujetos a expropiación” los tres lotes donde está asentada la fábrica de pastas secas y la totalidad de las instalaciones y maquinarias que están en su interior. También declara la “urgencia” del trámite expropiatorio, con lo cual facilita las acciones dirigidas a tomar posesión del bien. Pero la expropiación, como viene ocurriendo con las varias decenas de leyes aprobadas en la última etapa, es a “título oneroso”, es decir, la Cooperativa (ni siquiera el Estado) debe hacerse cargo de pagar la indemnización que se fije a los dueños.


La sanción es, de todos modos, un triunfo, a pesar de los reparos, porque fuerza la reapertura de la planta y el ingreso de los trabajadores. Imponemos el principio de usar el poder de coerción, que normalmente se aplica contra los trabajadores, para reincorporar compulsivamente a todos los compañeros que fueron desalojados. Al gobernador Solá no se le escapó este significado, cuando salió con los tapones de punta, al principio, amenazando vetar la ley, aun en la versión reformulada por los senadores.


Este gran triunfo no nos puede hacer perder de vista que lo que la ley dispone sigue en contradicción con las necesidades de los trabajadores. La Cooperativa tendrá que pagarle a Molisur – la empresa satélite de Molinos que mantuvo inactiva la planta durante 20 años – , una compensación económica por los bienes expropiados.


La reconstrucción de una empresa como Sasetru es mucho más complicada que la de cualquiera de las otras empresas recuperadas cuyas instalaciones estaban operativas al momento de sancionarse las expropiaciones respectivas, y cuyos trabajadores, por otra parte, estaban familiarizados con las diferentes tareas y procesos de producción que venían desempeñando. Encima del esfuerzo gigantesco que tendrán por delante los trabajadores de Sasetru, parte de ese esfuerzo irá dirigido a los bolsillos de los vaciadores.


La Cooperativa quedaría sometida a la espada de Damocles del “incumplimiento del cargo (léase el pago de la indemnización), (lo cual) ocasionará la revocatoria del dominio a favor del Estado Provincial, sin derecho a devolución de las sumas que se hubieran efectivizado, ni reconocimiento de compensaciones y/o indemnizaciones de ninguna naturaleza” (artículo 3 de la ley aprobada). Esta limitación significa, de todos modos, que la cooperativización se transformaría en una estatización. O sea que seguiríamos en el contexto de una conquista obrera.


Aunque la provincia sigue aprobando proyectos de expropiación, éstos son cada vez más recortados en sus alcances. El modelo en que se inspiró el proyecto de Sasetru está parcialmente por detrás, inclusive, de los que viene aprobando la Legislatura porteña, que contemplan alguna forma de comodato (uso gratuito), para no hablar de la distancia que lo separa de los primeros proyectos provinciales que planteaban la entrega gratuita de los bienes expropiados a los trabajadores, bajo la forma de donación. El modelo de “expropiación” actual, en cambio, vincula el acto de expropiación a la cesión y venta de los bienes expropiados a la cooperativa. Estamos en presencia de dos operaciones simultáneas que terminan haciendo recaer enteramente el peso económico del traspaso sobre los hombros de los trabajadores.


Un peldaño


Salta a la vista que el triunfo de Sasetru debe ser concebido como un peldaño para una lucha estratégica. La reconquista de Sasetru con el reingreso de sus trabajadores a la planta, pone al rojo vivo la necesidad de una lucha común, de conjunto, a escala nacional: 1) Por la expropiación definitiva y sin pago de todas las fábricas que cierren o despidan, empezando por las fábricas ya recuperadas y que vienen funcionado bajo gestión obrera; 2) Por el auxilio económico del Estado mediante subsidios no reintegrables que permitan que las fábricas que pasan a ser administradas por sus trabajadores cuenten con el capital de trabajo que necesitan, y que garanticen sueldos que no deben ser inferiores a los de convenio; 3) Transformar a todas las fábricas expropiadas y bajo gestión obrera en proveedores privilegiados del Estado; 4) Nacionalizar la banca, que deberá integrar en su directorio a representantes de las fábricas bajo gestión de sus trabajadores, de modo de direccionar el crédito y colocar los recursos al servicio de los emprendimientos de la clase obrera.


La reconquista de Sasetru puede y debe constituir un paso para avanzar en la formación de una central de fábricas ocupadas, para encarar en común con el resto de los trabajadores ocupados y desocupados esta lucha estratégica.


La lucha inmediata


Ahora que entramos en la recta final, con el ingreso del proyecto a Diputados para su sanción definitiva, se multiplicarán las presiones dirigidas a abortarlo. Trascendió que representantes de Molisur estuvieron recorriendo pasillos oficiales en los días previos a la media sanción del proyecto por parte del Senado. Este lobby político y empresarial se intensificará con el correr de los días.


Está planteada una movilización aún más vasta que lo realizado hasta ahora para asegurar lo conquistado. Los trabajadores de Sasetru van a una campaña más amplia y ambiciosa en materia de agitación y a un plan de actos y marchas que se coordinarán con el Polo Obrero y el resto de las organizaciones piqueteras. Al mismo tiempo, se reforzarán las guardias para impedir cualquier sabotaje sobre las instalaciones e impedir que se pretenda sustraer algunas piezas de las máquinas que están en el establecimiento.