“Como ya comentamos en reportes anteriores, los dos últimos años muestran un peso creciente de la participación de las Instituciones de la Seguridad Social (el Anses básicamente) en el ahorro del sector público, en detrimento del Tesoro. En el acumulado de los primeros siete meses del año, casi la mitad del superávit financiero (después del pago de intereses) se concentra en el Sistema de Seguridad Social, lo cual tiene implicancias respecto de la apropiabilidad del mismo por parte del Tesoro, hasta ahora vía colocación de Letras intra-sector público.”

Esta larga cita corresponde al Reporte de la consultora de Mario Vicens, el “patrón” de la Asociación de Bancos (ABA). Esta “insospechada” fuente dice que de los 14.683 millones de superávit fiscal primario que consiguió el gobierno en los primeros siete meses del año, 4.608 millones corresponden a la seguridad social.

Tras el pago de los intereses, el superávit se redujo a 9.859 millones, dinero que se utilizó para pagar los vencimientos del capital de la deuda. De esta manera, el gobierno (nac & pop), en sólo siete meses, pagó deuda e intereses por 5.000 millones de dólares y se apropió del superávit de la Anses y del Pami, vía colocación de Letras.

En otras palabras, con el dinero de los jubilados el gobierno “nacional y popular” sigue pagando los intereses de la deuda y la deuda misma. La “redistribución de ingresos” de la que nos hablan Kirchner, D’Elía, Barrios de Pie y Bonasso está a la vista.

Además, Roberto Lavagna acaba de confesar, a través de Ecolatina, la consultora que dirige, que devolver el poder adquisitivo de las jubilaciones al nivel de 2001, antes de la devaluación y durante el período en que él estuvo a cargo del Ministerio de Economía, representaría 22.500 millones de pesos. También dice que para evitar que esa deuda continúe, solamente el año próximo se deberán contemplar 4.000 millones de pesos adicionales.

De esta manera, el que estuvo al frente del Ministerio de Economía entre 2002 y 2005, confiesa que los gobiernos de Duhalde y Kirchner le metieron la mano en el bolsillo a los jubilados, de donde salió la plata para pagarle en forma anticipada al FMI y de donde sale la plata del superávit fiscal que se destina al pago de los intereses de la deuda.

No fueron sólo las jubilaciones. También deprimieron las asignaciones familiares, el seguro de desempleo, la “ayuda” de los planes sociales y los salarios de los docentes, de las enfermeras, de los médicos y de los empleados públicos.

Entonces, ¿hay o no recursos para pagar la deuda con los jubilados?

El PO plantea:

• Jubilación mínima de 1.000 pesos.

• Devolución integral de los 22.500 millones de pesos.

• Restablecimiento del 82% móvil.

• Anulación de la jubilación privada. Sistema jubilatorio estatal único, bajo control de los trabajadores y jubilados, financiado exclusivamente con aportes patronales.