Políticas

12/7/2001|713

El sur y su costa, para los banqueros

El programa “Buenos Aires y el Río”, recientemente anunciado por los funcionarios del Gobierno de la Ciudad, es un verdadero “modelo” de entrega del patrimonio urbano *y de los recursos presupuestarios* a los especuladores financieros e inmobiliarios.


El proyecto contempla una serie de emprendimientos “públicos y privados”, con dos conjuntos centrales. Uno de ellos ocupará las 70 hectáreas de la ex Ciudad Deportiva de La Boca, “en el extremo sur de Puerto Madero y lindero a la Reserva Ecológica” (Página/12, 16/6). El predio fue adquirido “por el grupo Irsa (Soros) para desarrollar un proyecto de viviendas dirigido a los sectores de mayores recursos”. Allí se asentarán “torres de 30 pisos que tendrán acceso a las marinas dispuestas en el hall central (ya que) todo el predio tiene un carácter isleño” (ídem). El proyecto de Soros usufructuará el entorno natural creado por la Reserva Ecológica; claro que, al mismo tiempo, contribuirá a envilecerla y contaminarla como patrimonio público de la ciudad.


El segundo proyecto es el de Retiro-Puerto, donde el mismo Soros presentó “una propuesta para construir un centro financiero de 330,000 m2”. Esa superficie involucra, claramente, a la que ocupa actualmente la Villa 31 y 31 bis, donde habitan más de 6.000 familias.


 


La inversión “pública”


Para “embellecer” estos y otros emprendimientos, el Gobierno de la Ciudad prevé una inversión para “crear una costa verde desde La Boca hasta Puente La Noria (1.100 hectáreas)”, aunque *reconocen los funcionarios del Programa* “las condiciones para operar sobre este tramo aparecen más complejas por la interacción de distintos actores sobre el mismo terreno” (ídem). Entre estos “actores” está la barriada de La Boca, las villas y núcleos habitaciones de Barracas, Pompeya, Bajo Flores… En relación a Barracas, el presidente de la Corporación del Sur, Arnaldo Bocco, acaba de identificarla como la “continuidad de Puerto Madero Sur”, planteando la creación de “incentivos para la localización de empresas que desarrollen nuevas tecnologías de base informática”. Esas condiciones serían la “reducción de impuestos, créditos con tasas de interés muy bajas y permitir el acceso a tierras muy baratas para posibilitar la construcción de los edificios” (revista Users.com). Se refiere a las tierras fiscales que ingresaron, en agosto pasado, al patrimonio de la Corporación del Sur.


En este mismo reportaje, le preguntan a Bocco cómo resolverá “los conflictos generados por el hecho de que en esos terrenos fiscales haya algunos asentamientos donde vive gente” (es el caso de Zavaleta, Colonia Solá y toda la Villa 21 24). “Ese es un tema que nosotros dejamos de lado (sic)… nuestra Corporación no invade terreno de otras áreas de la Ciudad … Hay una Comisión Municipal de la Vivienda que lleva adelante todo lo que es vivienda social, nosotros no trabajamos en ese campo”. Lo que Bocco está diciendo es que la Corporación no destinará ni uno sólo de sus predios y terrenos para el desarrollo de viviendas. Mientras tanto, la CMV deberá ocuparse de emprender planes de “desalojo selectivo” en los terrenos fiscales que están destinados al capital privado.


 


Despilfarro capitalista


Los proyectos que involucran a la zona sur de la ciudad no son sólo un desfalco, sino que agravarán la aguda sobrecapacidad que, en materia de emprendimientos inmobiliarios de lujo, ya padece la Capital. Eduardo Costantini, líder de otro de los monopolios constructores que operan en ese “nicho”, acaba de anunciar la suspensión de varios de sus proyectos, ya que “hay mucha oferta potencial en relación con la demanda efectiva, uno se da cuenta que no hay grandes edificios construyéndose” (Ambito, 11/6). Los pulpos se aprestan a demorar sus “megaobras”, pero no renunciarán, mientras tanto, a arrancarle inversión pública, exenciones impositivas y tierras baratas al gobierno frepasista. Frente a este despilfarro capitalista, que dejará a miles de compañeros sin vivienda, el Partido Obrero plantea: plan de obras públicas y viviendas populares, bajo control de las organizaciones vecinales de la zona Sur; control obrero de la Corporación del Sur, Puerto Madero y Retiro-Puerto, para poner sus predios y recursos económicos al servicio de ese plan.