Políticas

10/1/2013|1254

El traspaso del subte

El traspaso del subte al gobierno de Macri, votado por oficialistas y opositores, consagra la ‘tercerización' del ajuste que buscaba el gobierno nacional cuando comenzó con el ‘relato' de la "sintonía fina". Los subsidios del gobierno K al subte (que, según el kirchnerismo, provenían de las retenciones a los sojeros) serán pagados de aquí en más por contribuyentes y usuarios de la Capital y la Provincia (que usan el subte o pagan los peajes de la autopista). El otro sector que pagará el ajuste son los trabajadores del servicio: Macri ya adelantó la intención de ‘racionalizar' personal y de acordar aumentos de sueldos por debajo de la tasa de inflación. La puja por el "articulado" de la ley de traspaso fue sólo la cortina de humo de esta ofensiva. En la misma tarde en que se votaba el traspaso, Randazzo anunciaba un aumento de tarifas en colectivos y trenes.


La ley votada contempla todas las exigencias políticas del PRO: poderes ilimitados para el ejecutivo por tres años; potestad para aumentar el pasaje, ampliar impuestos y endeudarse por tres mil millones de dólares; vía libre para renegociar la concesión del servicio; y el armado de una nueva caja con la entrega al Sbase de los servicios periféricos -como el cobro por la tasa por el uso del cableado, la publicidad o los comercios. En el plano de las herramientas anti sindicales, la ley obliga a la prestadora a dar`servicios mínimos` en caso de conflictos, habilita sanciones a quienes "obstaculicen" el servicio y prohíbe a los gremios tomar medidas de acción directa si no las informan con 48 horas de anticipación. Este "preaviso" ataca el ejercicio del derecho de huelga, ya que permite a la patronal desplegar todos los preparativos -con supervisores y carneros- para romper los paros.


La direccion de AGTSyP


Presentar a este traspaso como "un triunfo de los trabajadores", como lo hace la dirección del sindicato del subte,no es solamente un atropello a la inteligencia de esos trabajadores. Viniendo de dirigentes sindicales K, festejar la transferencia de la gestión a un gobierno de derecha, por parte de un gobierno ‘nacional y popular', es un atropello al sentido común. Un mínimo de coherencia debería llevar a estos dirigentes a desear que el próximo gobierno nacional sea encabezado por Macri -lo que extendería el ‘triunfo de los trabajadores' a todo el país. Estos dirigentes festejan también otro despropósito cuando dicen que el traspaso, que ellos mismos fogoneraron, "pudo ser peor". Aluden así al hecho de que la intención del macrismo de declarar al servicio "esencial" para cercenar el derecho de huelga, fue sustituida por una cláusula que exige que la huelga sea advertida con 48 horas de anticipación. Un comunicado de la directiva de la AGTSyP asegura que "El texto que se aprobó finalmente (sic) en el recinto, es un gran triunfo para la Asociación Gremial de Trabajadores del Subte", sin explicar de ningún modo cuál es la ventaja obtenida, salvo de que el resultado podría haber sido peor. Estos dirigentes sindicales que se reconvirtieron del clasismo al kirchnerismo, celebran tener que lidiar con la derecha en lugar de hacerlo con un gobierno de su propio palo. El kirchnerismo de esta dirigencia travestida consiste en sacrificar lo que conviene a los trabajadores a favor de lo que conviene al gobierno K -tercerizar el ajuste (la llamada ‘sintonía fina'). La consigna "Que Macri se haga cargo", que presidió la línea política de la dirección sindical, es la versión deformada del reclamo ‘Que Macri gobierne' (no excluimos que algunos de estos dirigentes acaben en el macrismo). Lo que no reclamaron nunca es que ‘Cristina reconozca nuestra personería sindical'. Es curioso, pero el ‘traspaso' del subte no incluye el ‘traspaso' de la personería gremial de UTA a la AGTSyP. El secretario general de la AGTSyP, Roberto Pianelli, se pasea en ojotas por la Legislatura, pero no para imponer las exigencias de los trabajadores del subte sino para operar como ‘lobbista' del gobierno K. En ningún momento planteó que la ley local reconociera la personería de la AGTSyP, en especial si esto significaba un choque de jurisdicción con el ministerio de Trabajo de Tomada. Deambuló por la Legislatura para defender una ley empresarial, no para exigir una ley de defensa de los derechos de los trabajadores.


El resultado (paradójico) de la política de la dirección sindical del subte es acentuar las condiciones de conflicto en el subte, desde el momento en que su gestión ha pasado a las manos de la derecha política de la clase patronal. Si estuviéramos ante un ‘triunfo', el resultado habría sido el opuesto. Antes de la ley no había que preocuparse por la suspensión del servicio de la A; ahora hay que pelear contra ella.


Ante todo lo que pone en juego el pasaje de la gestión del subte a la derecha, con la connivencia de todo el arco político patronal, y en primer lugar del gobierno K; ante todo esto, planteamos: por la defensa de los puestos de trabajo; por el levantamiento de las sanciones y descuentos en talleres y boleterías; paritaria libre ya con la AGTSyP; no al cierre de la línea A; ningún tarifazo, control obrero mayoritario de la auditoría a Metrovías; ingreso del personal necesario; control de la seguridad por comisiones obreras de seguridad e higiene. Fuera la UTA, inmediata personería gremial para la AGTSyP.